sábado, 26 de mayo de 2007

Tiempo para todo, pero sin claudicaciones



"Si en la lucha el destino te derriba; si todo en tu camino es cuesta arriba; si tu sonrisa es ansia insatisfecha; si hay siembra excesiva y pésima cosecha; si a tu caudal se le oponen diques... date una tregua, pero no claudiques".
Rudyard Kipling


Hay tiempo para todo, para vivir las tareas de cada dia,

para realizar el esfuerzo del estudio y del trabajo saboreando después el premio de los hijos tras los examenes,

para sonreir ante la música, la canción, el dibujo, la pintura y las flores que un día sí y otro también deleitan nuestros sentidos,

para sembrar conocimientos, reflexiones como nos hacen tantos amigos que conocemos, libros que leemos o páginas web y blogs que visitamos, para hacernos esbozar una sonrisa con aquel chiste o buena palabra que escuchamos,

para saber que hay mucha más gente que nos lee lo que anotamos en nuestros blogs aunque a veces no tengan tiempo para dejar un comentario o tampoco lo necesiten,

para ponerse enfermos como al menos le pasa a gente concreta que seguro que conocemos, pero también para sanar y salir del bache, tiempo para escribir o hablar respondiendo a cada amigo, vecino o interlocutor con una reflexión,

siempre hay tiempo para caer en los desánimos y también para salir de ellos, hay tiempo para cansarse y tiempo para darse uno una buena ducha y reconfortarse con el bregar de cada dia,

hay tiempo para todo, para cansarse y para descansar, para animarse y entristecerse, para celebrar cumpleaños de nuestros mayores que nos han dado la vida y debemos permitir que disfruten de ella ,

hay tiempo para caer y para levantarse, hay tiempo para descansar del trabajo de cada dia, de los problemas que nos vienen, de las dificultades que tenemos,

pero para lo que no tenemos tiempo es para claudicar, para ceder a cualquier tentación que nos lleve a no amar, a no sentir, a no querer gozar, no hay tiempo para dejarnos presionar por los que quieren engañarnos, por los que no respetan a los demás.


Démonos todo el tiempo que necesitemos para disfrutar, para gozar, para cansarnos, para sonrojarnos, para caer, pero nunca claudiquemos de nosotros mismos, nunca renunciemos a ser portadores de vida, con pequeñas vacaciones, pero siempre dando vida

Por eso lo rubrico con una imagen de una de las maravillas que tenemos en el mundo, el edificio de la ópera de Sydney, que costó esfuerzo, trabajo y tiempo pero que hoy es un deleite para los que podemos disfrutar del mismo tanto real como virtualmente

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo soy una de esas personas que leen "tus opiniones" en estos blogs donde las escribes, y no dejan, casi nunca, un comentario sobre ellas. Añades que seguramente es por falta de tiempo. ¿No puede ser miedo a no saber estar a su altura ?
Hoy voy a hacerlo.
En primer lugar la cita de Rudyard Kipling, que después de leerla despacio, no se sabe bien si ha sugerido los renglones siguientes, o si se ha buscado la cita despues de haberlos escrito.
Todo el artículo es una llamada a la vida,
a vivirla saboreándola, por que hay tiempo para ello
a vivirla con el alma abierta para agradecer a las cosas y a las personas el placer de tenerlas
a vivirla para vivir
Por éso no caben las claudicaciones por que claudicar es un modo de morir.
Dices y das a entender, en esa opinión tuya, muchas cosas bonitas.