domingo, 31 de agosto de 2008

No tengo tiempo



No tengo tiempo se ha convertido casi en una muletilla.
No encontramos tiempo para visitar un amigo, conocer nuestro nuevo vecino.
Asistir a aquella reunión a la que hemos sido invitados ,visitar al médico, solo por habernos olvidado que el tiempo es lo único que poseemos.

Es que cuando nos empezamos a rodear de nueva tecnología nos dejamos acaparar por ella
y ya el tiempo que es lo único que es nuestro, no nos pertenece.

Si no tenemos tiempo es porque no lo sabemos administrar, como se administra el dinero
que cuidamos con tanto esmero se debería administrar el tiempo y así como hay Administradores de empresas deberían existir Administradores del tiempo que nos enseñaran a
hacer cálculos en tiempo y espacio, a levantarnos más temprano para salir más temprano, a
no pasar largas horas frente a la tele, el ordenador, o colgados al teléfono, allí es donde está ese tiempo que no encontramos, y no es que no esté de acuerdo con la nueva tecnologia, bienvenida, porque gracias a ella tenemos esta magnífica conexión, pero también hay que saberla administrar.

Entonces no correríamos con tanto afán para llegar al trabajo,
no comeríamos tanta comida chatarra con el pretexto de que no hay tiempo para su preparación,
no dejaríamos de visitar aquel amigo que quizá nos necesite, tendríamos tiempo para estar más cerca de la familia, de la naturaleza, para contemplar un amanecer y después de un día de haber cumplido
una agenda organizada porque el tiempo ha sido distribuido sabiamente prepararnos para el descanso y el sueño reparador, es que hay tanta prisa y tal desorganización en el tiempo
que tampoco hay tiempo para dormir.
y luego decimos que ahora el tiempo es más corto.
y...no tengo tiempo...

Nelly Guerrero.


miércoles, 27 de agosto de 2008

El ser humano no es humano




EL HOMBRE QUE SE DICE HUMANO!

La vida ha imaginado, en todo el planeta,
Una multitud de especies, muy variadas;
Todas las vidas inventadas
Conjugan el verbo amar, sin cesar…

Ellas actúan todas por instinto de supervivencia,
Aceptándose la mayor parte del tiempo,
Devorándose muchas veces, entre ellas;
¡Pues, queda el genero humano con su desprecio!

Especie dicha con una conciencia…
Especie dicha con gran inteligencia…
¿Pero donde está el sentido de esas palabras cultas?
¿Qué hagamos de nuestras aptitudes de monos sabios?

El Ser Humano ha tenido la suerte de evolucionar;
Pero hoy, en tal medida,
Que su grandeza lo aleja, sin aún pensar,
De lo esencial; de las cosas simples de la vida…

El dinero nos lleva por las narices,
Manda todas nuestras andanzas,
Y por tener siempre más; para siempre poseer más;
El hombre, de todos tiempos, fue bastante vil y indecente…

Sería mucho más precioso y útil
Poner todo en obra por fin de que todos los seres humanos
Tengan que comer, y agua potable, olvidando lo fútil;
Olvidando las ganancias y el egoísmo, haciendo así hombres sanos…

La maldad de algunos pueblos camaristas
Viene frecuentemente del hecho que los ricos
Quieren volverse mucho más ricos,
Olvidando demasiadas veces los que no tienen nada; sin ninguna alma…

¡El Ser Humano no puede decirse humano
Cuando no está capaz de abrir su corazón,
En fin de llevar un poco de felicidad serena
A su semejante, simplemente olvidando su yo interior!!!

Françoise Marie BERNARD
El 02 de Septiembre de 2006

domingo, 24 de agosto de 2008

En homenaje






En estos días he tenido una larga conversación con Manolo, un buen amigo que trabaja en una institución pública en la Administración Estatal en esta ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Podrán ser unos 300 empleados los que hay en dicho lugar. Y el es el jefe de personal.

Un compañero suyo había ido con su esposa y sus dos hijos de diez y ocho años de vacaciones a casa de sus padres en Salamanca. El con su hija a quien su madre tuvo tiempo de entregar a un bombero está curándose de las heridas del accidente aéreo de Madrid de esta semana. Su esposa y su hijo han fallecido.

Otro compañero había enviado a sus dos hijos de diez y doce años a pasar quince días de vacaciones con sus abuelos en un lugar de la Península española. Venían en ese avión. Sus padres se quedaron esperándole en el aeropuerto de Las Palmas.

Un tercer compañero tenía que haberse incorporado la semana pasada al trabajo. Perdió el avión y llamó a la empresa. Se puso de acuerdo para tomar los días que le quedaban de vacaciones y pasar unos días más fuera de la ciudad. Tuvo la mala suerte de tomar billete para el avión siniestrado y no llegó a incorporarse.

Manolo, por otra parte, tiene un sobrino de doce años con dificultades físico sensoriales. A una de las personas que más aprecia es a su maestra. Tanto que el último fin de año cuando todos reunidos en familia brindaban por algo, el niño levantó su vaso con refresco y brindó por su maestra y todos los maestros del mundo. Su maestra también venía en ese avión y no volverá a dar clases a Helio.

Es la vida que pasó por el lado de todas estas personas a quienes desde aquí rindo homenaje con el ejemplo de estos casos, pues detrás de cada uno hay una historia humana.

Es la vida que pasa por mi lado y el de cada uno para que la vivamos con buen uso y disfrute de paz y libertad.Es la vida que sigue pasando, y que mientras nos toque debemos administrarla y saber vivirla y gozarla.

Salud, de verdad les deseo salud, con todo lo que esta palabra significa

jueves, 21 de agosto de 2008

Lluvia mojando escuelas





Han comenzado ya las clases. Esta mañana nos hemos preparado mi hijo y yo para ello. Su primer día en una ciudad y colegio nuevos. Le tomé foto del recuerdo con el uniforme azul marino, rojo y blanco. Elegante, bien peinado, perfumado y con su mochila en los hombros. Sonriente, seguro y regalándome la certeza de que en este cambio de vida estamos haciendo las cosas bien.

Abrimos la puerta de casa y un cielo de nubes de lluvia espesas dejaban caer sus primeras gotas. Durante el camino y notando que aumentaba la precipitación de agua, sentí ganas de llorar que contuve, para no alterar la emoción de mi niño que iba natural a su primer día de escuela como si ya todo aquí lo conociera.

Conversamos sobre la buena suerte de que lloviera y él me dijo que le gustaba porque con el agua se van las cosas que están mal. Me quedé pensante por buen tramo, sin lograr entender del todo el por qué de ese comentario. Llegamos, le despedí con un beso y de vuelta a casa dejé que mi sentimiento fluyera por todo lo que minutos antes contuve. Repetí su frase célebre y me dije que es verdad, que la lluvia, la vida te dan oportunidades para que se vayan las cosas que estaban mal.

Supongo que su mente pre-adolescente se refería a que la lluvia calma la sed de la tierra, lava los edificios, casas y calles, o a esa manera que tiene el cielo de refrescar, hidratar y limpiar lo que toca. Me gustó su concepto y pensé que era reflejo de su estado personal, pues lejos de protestar porque tal vez no podrá jugar futbol en su tiempo de descanso al estar mojado el césped, ha tenido esa visión positiva y energética para un comienzo nuevo y total para él.

Noté otro ritmo en el tráfico, no solo por el evento de la vuelta a clases, sino porque cientos de almas se dirigían a sus destinos y pensé en los diversos universos circulando al trabajo, a la escuela, a casa, cuestionando el sentir de cada uno con respecto a la lluvia, afectando o no su momento en este día que despertó sin sol.

Me sentí afortunada por tantas oportunidades que estamos tomando para ser felices. También es cierto que nos ha cambiado la actitud. Esto hace que al menos yo pueda sentir a la gente que voy conociendo de otra manera. Puede ser y no lo dudo que las personas sean distintas en esta ciudad, pues ante la sonrisa de los profesores dando la bienvenida y la mano agitada saludándome de una profesora a la que he visto escasas dos veces, me he sentido cobijada en un momento en que más que mi hijo, necesitaba yo esa calidez y certeza.

Ahora sigue lloviendo mientras escribo y tengo el corazón inundado de alegrías. Estoy agradecida a Dios por cada cosa que nos ocurre desde este lado de la moneda, apostando a ser dichosos y consiguiéndolo cada día mejor. Actitud positiva que hoy se viste buena suerte alentada por un día de lluvia.

Tere García Ahued.

lunes, 18 de agosto de 2008

Un detalle



No hay nada que te brinde tanta felicidad como un detalle.
Lo más sencillo, lo más tierno lo menos esperado es lo más hermoso.
Un día estas triste y de pronto recibes un detalle, quizá una flor, o una
hoja que se ha disecado dentro de un libro o la pluma de un ave
que dejó al levantar el vuelo ...y cambia tu vida, resplandece tu rostro y se te ensancha el corazón.

Un detalle es la expresión de un sentimiento.
Si lo recibes, te sientes feliz, alguien piensa en ti, parece que el mundo se detuviera y
tú sintieras que eres el más importante...pero si lo das que alegría hay dentro de ti,
manifiestas con ello tu aprecio, tu confianza tu amor y detallas cada gesto de la persona que lo recibe y hasta recuerdas con precisión el día y la hora.

Hace días tuve la oportunidad de visitar una casa de acogida de niñas, llevaba unos detalles porque
sabía que las niñas sonreirían y se sentirían felices recibiéndolos.
Pero no contaba que al lado de la inmensa alegría de regalar yo iba a tener la satisfacción de recibir un hermoso detalle.

Una niña se acercó y me entregó un pañuelo que ella había bordado con sus manos delicadas.
Sentí algo tan hermoso al recibirlo y junto al detalle su sonrisa y su voz entrecortada al entregármelo.

Un detalle tambien es un “Buenos días” al abrir tu correo, una palabra que nos halague, un gesto que nos alegra, una compañia que aleja la soledad, una foto, una canción que llegue al alma, un poema que toca al corazón.

Si quieres alegrarle a alguien la vida dale un detalle.
Verás que tú sales más beneficiado y sentirás como suenan las campanitas de tu corazón.

Nelly Guerrero


sábado, 16 de agosto de 2008

Verano con sabor a mar





Ven, sigamos escuchando el romper de las olas, las campanas de la iglesia en aquel risco reflejando al sol que se oculta en sus encaladas paredes que resisten los años.

Todavía este día tiene mucho que ofrecernos y no hemos de desperdiciar el canto de las aves que se disponen a dormir. Esperemos que la espuma de las olas deje de ser anaranjada y que la luna impaciente nos sorprenda al convertirla en plata.

Quiero que el agua nos suba por las rodillas y que como niños nos dejemos tumbar, que nos quede aroma y sabor a algas, a sal marina impregnada en la piel.

El tiempo corre aprisa, pero esta playa nos es cómplice del alma de niños que vertimos en cada ola que toca la arena y nuestros pies, dejando en el pasado de tres décadas, esos castillos bien plantados que amanecían casi intactos cada día, como si ningún elemento natural desvaneciese nuestros sueños infantiles.

Esta tarde construímos nuevos y mejores castillos con la fuerza del amor maduro entre dorados y platas, entre sol y luna, entre cabellos de juventud que van perdiendo su color, pero que se impregnan de océano, porque hemos de llevarnos al partir, la esencia de este momento, prolongando hasta nuestra mesa en la terraza, cuando la luz de una cálida vela, dé nuevamente color a nuestras miradas que todavía se encuentran y reconocen más que por costumbre, por alimentarnos las esperanzas.

Nos toca contemplar la noche y esperar de nueva cuenta al día. Volveremos a la playa y escribiremos una página más de nuestra historia. La vida diaria se ha quedado bajo llave y es momento de explorar los sentidos, dejarlos danzar cada tarde de nuestro verano con el descanso que nos merecemos.

Tere García Ahued.

viernes, 15 de agosto de 2008

La tragedia tiene la culpa



Sin querer nos hacemos dioses con minúsculas en nuestra vida, y en ocasiones entramos en competencia con ellos, porque nos gusta que nos tengan bien puestos, que nos consideren, que nos alaben o festejen. En la práctica nos gustaría hechizar más que ser hechizados. Y que los detractores o críticos se encontraran siempre con un gran candado en sus puertas que les impidiera salir de sus casas y por supuesto entrar en las nuestras. ¿Es que no aceptamos las críticas ajenas? ¿Es más bien que nos gustan que reconozcan nuestro quehacer y trabajo?

De todas formas la tragedia es la culpa de todo, y cada día una tragedia nueva asola nuestro mundo. Antesdeayer fue la de Irak y ha seguido sin parar la de Sudán. Ayer, fue la de Georgiay mañana no sabemos bien a qué pueblo le tocará. Ayer fue la del profesor herido por defender a una mujer maltratada, hoy está por ver. Ayer fue la del amigo que ha perdido el sentido de lo que hace cada día y, en general, no sabemos cual será mañana. Pero en las manos de cada uno está evitar que algo de tragedia ocurra a nuestro alrededor y que si alguien está muriendo lo sepamos. Aunque sea en verano. Aunque los telediarios nos recuerden todos los días, también en época de descanso, noticias trágicas. No, no es pesimismo ni decadencia. Es una llamada interior que me hago a estar alerta. Para que la serenidad personal del verano la traspasemos a las jornadas laborales próximas.

jueves, 14 de agosto de 2008

Te saludo, Vida



Te saludo " vida ", te conozco muy bien, me has enseñado lo que he querido aprender de ti. Unas veces consintiendo tus lecciones, otras tantas por la fuerza con que me sorprendes. Alguna vez queriendo renunciar a ti, unas más aferrándome a las ilusiones que regalas por el camino. Unión perfecta, obsequio divino, presencia permanente, no somos nada una sin la otra.

Ahí estás, centinela de mi respiración en el sueño subconsciente, mandando sobre mis noches y mis días, dando cierta holgura para decidir el rumbo, pero finalmente dueña y señora de todo lo que soy. Te siento " vida ", en lo que captan mis sentidos, en el empuje del corazón cuando siente que ronda el amor. Delicada, sutil y valiosa, despertando sentimientos, haciendo sensibles los momentos de soledad o compañía, provocando serenidad o euforia.

No hay que llamarte, no hay que buscarte, existes por alguna razón. Mágica y etérea, misteriosa y seductora; eso eres " vida ". ¿ Quién puede llegar a comprenderte jamás ?. Tan justa como injusta, pero mejor que no podamos adivinar tus planes, siempre la sorpresa incierta nos deja más tranquilos, aunque suene a contradicción.

" Vida ", que compensas tus omisiones con francas y reales alegrías, que nos haces insaciables de ti cuando cubres de equilibrio las horas de los días. " Vida " más enigmática que una mujer, que activas mis motores o desaceleras mis pasiones.

" Vida ", que haces posibles mis sueños y por el camino me enseñas a alcanzarlos. Quédate por mucho tiempo todavía, que ha llegado el momento de demostrarte que merezco cada oportunidad que me has dado. Gracias " vida "...

Tere García Ahued.

viernes, 8 de agosto de 2008

Solo / Alone

* Alone .-. Solo *
Soledad de mis noches.
Soledad de mis tristes días.
Soledad que me acompañas, desde que amaneció mi vida.
Soledad que a veces se duerme con la mano fría extendida.
Por si alguien alguna vez. me hiciera una tibia caricia.
Pero en la oscuridad de mi túnel.
Ninguna luz se divisa.
La gente que transita de soslayo me mira.
Y yo me siento un paria.
En esta escalera fría.
¿Cómo llegué hasta aquí?
¡Buena pregunta! Que contestar no sabría.
Se que soy un abortivo.
Que le cuestiona a la noche
¿Por qué le precede el día?
Soledad de este mundo.
Que se ensaña con prisa.
En el que padece hambre.
Que ruega y que mendiga.
Que cuando busca trabajo.
De arriba hacia abajo le mira.
Que deambular por las calles, Lo deprime, lo fatiga.
Porque se siente una peste.
Al que nadie se le arrima.
Soledad del alma el flagelo
Que se siente desnuda y vacía.
De sentimientos nobles.
Triste ¡Empobrecida! Pasaré por este mundo.
Como ráfaga sombría.
Y nadie se dará cuenta.
Que yo a el pertenecía.
Soledad de mis noches.
Visita de mis días.
SOLO ME QUEDAS TÚ SEÑOR.

¡HAZME COMPAÑÍA!
Liby Carciofetti // Argentina Derechos reservados Nº 452298

miércoles, 6 de agosto de 2008

Ajetrear con alegría



Ajetrear significa: molestar, mover mucho, cansar con órdenes, fatigarse; entonces me dirán como se puede ajetrear con alegría si significa fatigar, y fatigar es agotar, rendir, extenuar, sofocar, agobiar, abatir, atosigar y ninguna de esas palabras forman parte de una alegría porque ¿quién puede estar alegre estando rendido extenuado o abatido?. Pues aunque nos parezca difícil y contradictorio podemos estar extenuados pero desbordantes de alegría.

Hay un acontecimiento hermoso en tu casa que te agobia, que te atosiga y tu estás con la sonrisa reflejada en tu rostro, con el corazón ensanchado de alegria, y corres y te cansas pero ese cansancio no es el habitual porque no es necesario colocar los pies en alto, no tienes tiempo ni tampoco lo quieres hacer, casi que ni te sientas a la mesa para no robar tiempo a la planificación porque quieres que todo te salga a la perfección .

He vivido esa madeja de emociones y pienso lo hermoso de ajetrear con alegría en esa antesala de un acontecimiento.

Y llega el día y hasta atosigas a algunos y no te importa dar algún regaño, eso también está incluido .

Y quizá tu voz suene más fuerte que de costumbre .

Tomas tu planificación y pasas revista, que nada esté fuera de su lugar y ves que todo está perfecto. Es el momento de la realización, se va cumpliendo uno a uno los pasos señalados; la satisfacción es enorme cuando al concluir el informe dice: cumplidos cabalmente los objetivos planificados y das gracias porque todo resultó como lo querías y entonces puedes gritar al mundo que pudiste ajetrear con alegría.

Para mi, ajetreo es sinónimo de alegría si antecede a un acontecimiento de esos que llevan
el sello del amor y la felicidad.

Nelly Guerrero

lunes, 4 de agosto de 2008

Señales de hoy



Puede que sea el cansancio, puede que sea el verano, puede que sea ver cómo casi todo el mundo anda de vacaciones, pero me cuesta escribir algo, me cuesta hasta pensar. Quisiera que mi mente se dedicara a divagar, casi como a soñar, pero sin titiritar, sin silencios vacíos y con muchos silencios llenos que abarquen abrazos, conversaciones, encuentros, etapas felices de amistad, de luchas y de esfuerzos juveniles que rubricaron casi siempre en festivales gozosos donde todos nos alegrábamos y compartíamos. Hoy parecen ser otros tiempos, donde cada uno tira por su rincón y la música sale de instrumentos que parecen mudos. Necesito también la serenidad que brota de los templos, la que un día palpé, y no la modorra que hoy percibo o las llamadas a una guerra contra todo lo que suene a modernidad

domingo, 3 de agosto de 2008

La altivez


La altivez es mala para las personas pobres; hasta los grandes sufren
si la llevan consigo, y su peso los aplasta cuando se enfrentan con las
catástrofes. Mejor es el camino del que, al pasar al otro mundo,
conduce hacia las cosas justas.

Hesíodo
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