jueves, 10 de mayo de 2007

Cuando se logran los objetivos



Tenía un quehacer en este día. Entre varios nos habíamos planteado un objetivo en una asamblea de diversos colectivos. Pasar revista a lo que habíamos hecho y, analizando las deficiencias, plantear nuevas formas y alternativas que hagan más eficaces nuestros esfuerzos. Aunque para ello tengamos que cambiar costumbres, métodos y hábitos a los que ya nos hemos hecho.

Supone salir de la comodidad, lleva consigo defender ideas, utilizar razonamientos, buscar otras fórmulas que no sean aquellas de “siempre se ha hecho así”.

Y lo hemos conseguido. Todos hemos salido convencidos de que hemos de cambiar el método. Que lo hecho, está bien. Que los esfuerzos han sido buenos. Pero que es hora de cerrar círculos.

Hemos terminado algo cansados. Al menos yo, así he acabado. Pero como el que gana una carrera es a base de esfuerzo y de sudor, como el que se entrena para una competición lo hace a base de terminar cansado, también los bienes nos llegan a base de cansancio. No todo es blanco o negro. Las cosas han de estar mezcladas para que pueda florecer un jardín más hermoso. Y el cansancio acompaña también al jardinero que está un día sí y otro también.

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