jueves, 28 de febrero de 2008

Decálogo para un tiempo de elecciones



DECÁLOGO PARA UN TIEMPO DE ELECCIONES

Llegan las elecciones y toca pensar en qué hacer para que nuestro comportamiento se corresponda con el de un ciudadano responsable, con el de un cristiano comprometido con su tiempo. Por eso, desde las líneas que siguen, queremos ofrecer, como en otras ocasiones, elementos para el análisis y la reflexión sobre el comportamiento de candidatos y electores.

Así, te presentamos un decálogo que, contra las posturas más habituales, ofrece la alternativa de un mejor comportamiento:

1. El tiempo de elecciones es un tiempo en el que florecen las ofertas, las gangas... Como en un mercado, los candidatos ofrecen todo un conjunto de beneficios o ventajas para el consumidor, para el elector, muchas veces, no como fruto de las posibilidades que contienen sus propios proyectos, sino simplemente para mejorar la oferta del adversario.

Por ello, estimamos que, contra la promesa fácil de los candidatos, el elector debe considerar la confianza que le inspire su compromiso para el cumplimiento responsable de los programas y la valoración de su comportamiento.

2. El tiempo de elecciones suele ser ocasión para la descalificación y el insulto a los contrarios, simplificando los mensajes y utilizando etiquetas que ya deberían estar superadas como, izquierdas versus derechas, reaccionarios-progresistas, fascistas-antifascistas...

Por ello, desde una actitud respetuosa con los oponentes, contra el vicio de la descalificación y el ataque al adversario, debemos valorar un comportamiento centrado en la defensa y la justificación de los propios programas.

3. Hoy vivimos un tiempo en que, a falta de convicciones y valores más profundos y contrastados, se percibe una credulidad y simpleza generadora de hombres y mujeres cándidos y fáciles de seducir. Por ello, contra la admiración excesiva, simple y poco crítica de los líderes avalados por los medios de comunicación, proponemos el apoyo de trayectorias comprometidas con la mejora de los derechos de todos.

¿Y qué mejor contraste y de mayor confianza para los cristianos que la evaluación de esas trayectorias a la luz del Evangelio?

4. También echamos de menos en estos días de campaña, caracterizados por un ambiente de mayor crispación, que con frecuencia cae en el insulto, la serenidad de una crítica reflexiva de las posiciones del adversario.

La crispación nace de entender que la mejor defensa de nuestras “verdades” se logra destacando los “errores” del otro; por el contrario, la serenidad nace del fundamento y la confianza en nuestros propios argumentos. ¿A qué obedecerá la actitud de quienes desean ganarse el favor de los electores suscitando la crispación, sino a la debilidad de sus propios argumentos?

5. Llegado el día de las elecciones, contra la irresponsabilidad o el pasotismo de quienes se abstienen, y desde la defensa del compromiso social del cristiano, nos parece obligada nuestra participación, al menos como votantes. Antes de denostar la política y los políticos, debemos pensar que son indispensables para la democracia y que son un reflejo de la sociedad y de todos nosotros.

Elegir es una acción indelegable, y parece aconsejable para el mejor gobierno, que la fuerza política ganadora nos represente a “todos”, no sólo a sus votantes y afines. Por ello, contra la abstención, parece recomendable el ejercicio responsable del derecho y la obligación de participar, incluso con el voto en blanco.

6. En un tiempo de superficialidad, contra el voto fácil y visceral, ¿qué mejor respuesta que la reflexión y el análisis de los programas ofrecidos?

Es obligación del cristiano ahondar en los programas electorales y no quedarse en los titulares, porque la profundización es un vehículo de paz

7. Insertos en una cultura que exalta el éxito, la suerte y el saber aprovechar las oportunidades, contra el “oportunismo” de quienes calculan la ocasión conveniente, anteponiéndola a la defensa de la verdad y la justicia, el ciudadano responsable debe oponer un voto soportado en convicciones ideológicas y morales, así como en la valoración de la ejecutoria de quienes reclaman nuestro voto.

8. Tras el recuento de votos, antes que el reconocimiento de las virtudes del contrario, los ganadores ponen énfasis en la exaltación de su victoria. ¿No sería mejor ponderar las dificultades de un triunfo en buena lid que destacar los defectos del contrario?

Un comportamiento de esta naturaleza, denotaría el respeto que nos merece el elector como ciudadano que decide y la limpieza del proceso, por encima del desprecio que nos merece el contrario.

9. Por su parte, los perdedores, contra el reconocimiento de la victoria de quienes han merecido la confianza de los votantes, hacen una interpretación interesada de los resultados, maquillando su derrota.

¿No sería más honesto reconocer que, en democracia, la mayoría obtenida procede del legítimo derecho de todo ciudadano a expresar su opinión?

10. Por fin, pasadas las elecciones, ¿contra la exclusión del derrotado, no sería aconsejable la invitación a su participación en las tareas públicas de mayor trascendencia como la educación, la política antiterrorista, la planificación de recursos hidráulicos...? ¿No sería aconsejable tener claro que la “cosa pública” es de todos, que el alcance de estas actuaciones supera a la legislatura y que deben construirse sobre el consenso y el interés de todos?

Y agotado el decálogo, concluimos haciendo un par de observaciones, de mayor interés en la medida en que nos sintamos miembros de una Iglesia comprometida con el reino de Dios en la tierra:

· Parece obligado para los cristianos, constatar desde la práctica, el respeto y promoción de los derechos individuales y sociales a la luz del Evangelio.

· Y de igual modo, siguiendo siempre la recta conciencia, procurar conocer directamente la orientación de la Iglesia sobre las elecciones, sin quedarse en los titulares o frases aisladas.

Febrero 2007

Justicia y Paz- Tenerife

martes, 26 de febrero de 2008

Gustó Rajoy, ganó Zapatero




FEDERICO UTRERA Madrid

He asistido creo que a más de un centenar de debates entre un presidente del Gobierno y un líder de la oposición –sólo tres en TV con el de anoche-, la inmensa mayoría en el Congreso –algunos también en el Senado- y siempre se nos suele preguntar a los periodistas por el fondo y por la forma para evaluar a los contendientes.
En cuestión de estilo, yo le pondría a Rajoy un 7, pues fue un Mariano más desinhibido y suelto, con gotas de humor –escasas para su fina ironía de antaño- y buen medidor de tiempos y ritmos. Zapatero tampoco anduvo manco: persuasivo, convincente, más natural, con principios...
También le puntuaría con un 7. Pero en cuestión de fondo, creo que ganó Zapatero y con él se lleva el debate: un tipo que buscó la paz con el terrorismo teniendo enfrente a una banda endiablada y a una oposición agresiva; un presidente que no criminaliza a los inmigrantes, que posee un cierto sentido del reparto social, de solidaridad hacia los desfavorecidos y de respeto a la pluralidad nacional.
Más allá de las cifras, los porcentajes y las estadísticas con los que ambos nos castigaron, Rajoy me gustó en las formas, pero naufragó en el fondo porque siendo un candidato moderado, educado y tolerante, el guión con el que se presenta a las elecciones –o que al menos ayer nos transmitió- es el de una derechona clásica, montaraz, agreste, feroz en ocasiones y programáticamente grosera.
No es que Zapatero sea Abraham Lincoln ni Mijail Gorbachov, pero tiene clara una cierta noción de eso que en el siglo de oro se llamaba las Españas y parece honrado en sus ideas y decisiones. Pero los que creían que el televisivo era ZP se equivocaron: al español medio, cabreado, a veces faltón –llamar mentiroso y agresor al presidente fue un exceso- un tanto cínico, clasista –no supo lo que era un bonobus ni falta que le hace- y no demasiado amigo de lo extranjero ni de la cultura –por decirlo en términos amables- se parece más a MR.
El 9-M comprobaremos cual es la verdadera identidad de España, país que a veces nos creemos más moderno de lo que realmente es. Para mí, ganó Zapatero el debate, pero incógnita distinta es saber si –visto lo visto- puede ganar también las elecciones con la misma holgura.

http://www.canariasahora.es/noticia/17883/

lunes, 25 de febrero de 2008

¿Nos quedan esperanzas?



Dicen que la esperanza “es como el sol, que arroja todas las sombras tras nosotros”. Pero si esperanza es lo que se tiene en las próximas elecciones en España a fin de que surja una época de mayor bonanza política, parece que la misma campaña está marchitando la esperanza y oscureciendo aún mas las sombras de estos cuatro años pasados.

Nos observa un futuro ahí a la vuelta de la esquina, y lo esperamos gritando. No somos todos los que gritamos. Pero hay algunos que lo hacen a desgarrarse la boca, frente a los sueños que todos tenemos de una convivencia pacífica, planteando mentiras y jocosidades con las que quieren engañar a muchos. Y eso me revienta, la mentira no lo soporto. Vale más callarse. Quedan mejor retirándose.

Porque hay muchos que seguimos soñando. Y parece que hemos de gritar también, pero es como si lo tuviéramos que hacer a los huesos inmóviles, a los brazos mancos o a los oídos sordos. Además, ¿para qué gritar si no nos escuchan?. Mejor el silencio, el silencio que no quiere escuchar más gritos, más mentiras, más descalificaciones, más insultos, más tonterías. Llevamos ya mucho tiempo escuchando esos gritos. Y no nos gustaría que marchitaran la flor de la esperanza, ya que siempre nos han dicho que es lo último que se pierde.

Es como si tuviera razón el autor de Siddharta en este fragmento que cito a continuación y que aplico a tantos gritos que no me dejan escuchar el silencio de mi reflexión:
" Siddharta.-¿Cuántos años crees que tiene el más anciano de los samanas, nuestro venerable profesor? Govinda.-Quizá tenga unos sesenta. Siddharta.-Tiene sesenta años y no ha llegado al nirvana. Tendrá setenta y ochenta años, como tú y yo los tendremos, y seguiremos con los ejercicios y ayunaremos y meditaremos. Pero nunca llegaremos al nirvana. Ni él, ni nosotros. Govinda, creo que seguramente ni uno de todos los samanas llegará al nirvana. Ni uno. Encontramos consuelo, alcanzamos la narcosis, aprendemos artes para engañarnos. Pero lo esencial, el camino de los caminos, éste no lo hallaremos. "

domingo, 24 de febrero de 2008

Agendando un encuentro con la felicidad




Almendras confitadas se derriten en su boca. Las campanas de la Iglesia repican anunciando el medio día. Decide sentarse en una banca del parque solo para detener un poco el correr de las horas y olvidarse de las montañas de escritos que ha de revisar. En su agenda de bolsillo aparece en ese día un garabato hecho aprisa de algún rostro especial, captado a simple vista cuando una mujer vio pasar. Extiende sus brazos estirándose hasta el límite, piensa que con esto logra su propio espacio dejando detenido el tiempo a elección.

Comienza entonces el análisis del entorno y pasa del suelo al cielo con gran facilidad. Observa las cortezas de los árboles y las organizadas hormigas llevando migas de pan. Enseguida mira las figuras que forman las nubes y recuerda su niñez en las montañas, cuando descubría en la espesura blanca algo que conocía.

Sus sentidos se alborotan, aún distingue en su paladar el sabor del chocolate y almendras cuando aspira y suspira por el aroma que llega hasta él y se esfuerza en recordar lo que le evoca. No es simplemente olores de bollos que se inflan en el ardor de un horno de piedra y que escapan fugitivos por el aire hasta la calle, la plaza y la vereda del camino. No, esto le mueve recuerdos también. Parece que ha querido detener el tiempo presente para descansar de las presiones del trabajo y se le ha echado encima en pocos minutos, sentado en la banca vieja, todo ese pasado de agradables recuerdos, de una vida, una infancia feliz.

Decide que el receso le llevará más tiempo y se dispone a abrirse con antenas de radar para captar qué otros estímulos pueden llegar hasta él. Observa, respira, cierra los ojos y se percata que la ciudad lleva su ritmo todavía provincial mientras él se afana en el piso doce de aquel moderno edificio de cristal en el que renta una oficina para trabajar y ganar dinero, para descubrir entonces qué pobre es cuando ocupa media vida en ello.

La ciudad está palpitando con sencillez abajo y afuera, en esos bollos de pan aromático, en las campanas de la Iglesia llamando a misa, en el crujir de la madera apolillada de las bancas del parque, en las risas y llantos de los niños que pasean sus madres por las calles, en la vendedora de frutas y flores que sobre una manta y una canastita ofrece coloridas a los peatones.

Todavía hay aromas y sonidos de pueblo, ahí caminar es aún un placer. Los pequeños comercios carecen de anuncios luminosos, pero se publicitan a sí mismos por las cosas que sus aparadores muestran acomodados sin estrategias de ventas. Se vende el pan, los helados, los bocadillos de pueblo, los caramelos, incluso esas almendras que compró y devoró, la ropa y textiles indígenas, las vasijas de barro y las coloridas vajillas de talavera, en locales que no necesitan mayores esfuerzos porque cuentan con la fidelidad de su clientela.

Se pone de pie, ha estirado mucho las horas y debe volver a trabajar, pero se va lleno de energía sencilla, con los sentidos colmados de motivos y recuerdos, anotando esta vez en su agenda, la cita del día siguiente en la misma plaza, en la misma banca, con la misma disposición a la felicidad.

Tere García Ahued.

viernes, 22 de febrero de 2008

Pasaporte al sufrimiento



PASAPORTE AL SUFRIMIENTO

Le habían comentado que, más allá de sus fronteras, había otro mundo,
con grandes posibilidades para adquirir recursos que los suyos necesitaban con urgencia.

Y tocando aquí y allá, reunió con lo que compraría su pasaporte al sufrimiento.

Un día surcó los cielos y con el corazón cargado de esperanzas y una alforja de sueños llegó a su cometido.

Pero no era el paraíso soñado, no por el entorno geográfico que la dejó maravillada, sino por la calidez humana que allí no encontró, la falta de respeto hacia la persona, porque el indocumentado es sinónimo de maleante, aunque lleve una preparación y porte un legado de virtudes.

Y así inició su calvario, habló aquí y allá para ver si podía iniciase a trabajar, en algo de acuerdo a su preparación, mientras legalizaba sus papeles. Recorrió calles desconocidas, pasó días solo probando bocado para que lo poco que llevaba le rindiera. Con su titulo bajo el brazo, y un anillo que le recordaba que se había preparado en una Universidad para conseguir un trabajo decente.

Era una sin papeles, alguien le sugirió y le indicó la dirección donde personas como ella encontrarían trabajo,....llegó, era un invernadero de tomates, su trabajo agobiante, nada tenia que ver con el titulo que aun no había desenrollado porque a nadie le interesaba. Pero aceptó el trabajo porque lo poco que llevaba se había terminado, ya tenia hambre y necesitaba un techo que allí le ofrecían.

No era un trabajo para su condición de mujer, pero no había otra alternativa. Días de sudor y cansancio, agotamiento total y empezó a enfermarse con problemas respiratorios, porque allí no se cumplían las recomendaciones básicas de seguridad y manejo de plaguicidas. Y explotada por quien quiere el mayor beneficio al menor costo, aprovechando su situación. Esto rebasaba sus fuerzas.

Quería regresar a su país, pues necesitaba mucho tiempo para legalizar su documentación y su salud empeoraba. Lo poco que había ganado no le alcanzaba para pagar su viaje. Fue cuando un compañero de trabajo, le sugirió ir a una comisión de ayuda para los inmigrantes, allí le tendieron la mano y ofrecieron ayudarla para que regresara a su país ,pues ella lo pedía así.

Ahora de nuevo en su tierra, con un daño en sus pulmones como el único recuerdo de haber tenido la osadía de querer progresar, le parece haber vivido una pesadilla y rememora con tristeza sus sueños truncados.

Nelly Guerrero

sábado, 16 de febrero de 2008

Para vivir, es necesario coraje


Para vivir, es necesario coraje

Autor: Khalil Gibran

Tanto la semilla intacta
como la que rompe su cáscara
tienen las mismas propiedades.
Sin embargo,
solo la que rompe su cáscara
es capaz de lanzarse a la aventura de la vida.
Esta aventura requiere una única osadía:
descubrir que no se puede vivir
a través de la experiencia de los otros,
y estar dispuesto a entregarse.
No se pueden tener los ojos de uno,
los oídos de otro,
para saber de antemano
lo que va a ocurrir;
cada existencia es diferente de la otra.
No importa lo que me espera,
yo deseo estar con el corazón abierto para recibir.
Que yo no tenga miedo de poner mi brazo
en el hombro de alguien,
hasta que me lo corten.
Que yo no tema hacer algo
que nadie hizo antes hasta que me hieran.
Déjenme ser tonto hoy,
porque la tontería
es todo lo que tengo para dar esta mañana;
me pueden reprender por eso,
pero no tiene importancia.
Mañana, quien sabe,yo seré menos tonto.

viernes, 15 de febrero de 2008

Las buenas costumbres



Autor: JOSÉ ANTONIO YOUNIS

¿Qué les parece la propuesta del PP en relación a la firma por parte de los inmigrantes de un Contrato de Cumplimiento de Buenas Costumbres?

Para mí es una muestra más de cómo algunos políticos utilizan el tema de la inmigración para intentar conseguir votos, sin medir las consecuencias de lo que dicen. O sea, al inmigrante se le exige más que a un nacional, teniendo que estar demostrando continuamente que es perfecto y más español que nadie. ¿Van a hacer firmar dicho contrato también a los futbolistas extranjeros que fichan los clubes españoles y que al poco tiempo de llegar ya tienen la nacionalidad española? Y a los europeos de turismo residencial que después de tantos años viviendo en España no saben el idioma, ocultos en urbanizaciones privadas con sus costumbres, supermercados e iglesias propias, ¿se les eximirá de hacer la reválida de las buenas costumbres españolas?

Además me hago otra pregunta... ¿Y a qué costumbres españolas se referirá el PaPa Rajoy? Vivo en España, de acuerdo, y aquí es costumbre montar manifestaciones y concentraciones para conseguir que el Gobierno homologue a los profesores, resuelva el conflicto de las urgencias y los recursos humanos de la organización asistencial sanitaria? Y no les digo nada de la costumbre de mi madre de tomar una copita de vino con cerveza sin alcohol antes de las comidas.

Además de además, la costumbre de los obispos de montar el pollo en clara confrontación contra las políticas de igualdad de derechos, ¿entra dentro de las sanas costumbres españolas? Si los obispos han sido malcriados por el PSOE y ahora le sacan los ojos, como decía Llamazares ("cría obispos y te sacarán los ojos"), también los inmigrantes podrían asumir como españolísimo atacar al Gobierno porque no realiza una verdadera política de igualdad de derechos con ellos.

¿Dice Mariano que es para facilitar la integración social de los inmigrantes? Por lo que veo, integración social no significa todos iguales ante la ley o reducir la desigualdad social y las injusticias socioeconómicas, sino demostración de acendrado españolismo. ¿Se refiere Rajoy a ese comportamiento de la Iglesia de los obispos que movilizó directamente a los movimientos neocatecumenales y carismáticos -es decir, las sectas- las que se articulan hoy a nivel popular del nacional-catolicismo español en las parroquias? Entonces, las asociaciones de inmigrantes se podrían manifestar, costumbre de acendrado españolismo, por la familia, sus familias, que no pueden reunir sino con muchas trabas y sufrimiento.

Los sectores más militantes de la derecha social, disipadas ya las influencias de la Iglesia de base más progresista nacida de la Transición, se han vuelto el bastión del fundamentalismo religioso católico que más ha contribuido a la fractura social.

Pero Mariano insiste en que se trata de facilitar la integración social, exigida por los mismos que durante tantos años de la historia de España, junto a la Iglesia franquista de este país, cogidos de la mano (se les ve por el jardín de España, hey) hicieron más por la fractura social que por la integración de los españoles.

Además de los ademases, ya el entonces ministro franquista Ricardo de la Cierva dijo en 1967 que los guanches adaptaron a su brava fidelidad castellana la elegancia soñadora y serena de los guanches y que se sintieron, frente a los desiertos africanos, tan españoles como cualquiera de los pueblos de la Península. Que yo recuerde, no pasamos ningún examen ni hubo firma de Contrato de Cumplimiento de Buenas Costumbres.

Bastaba bautizarse y ponerle un nombre castellano al infiel, pero mejor me callo porque les estoy dando ideas y, tan brutos que son, no vaya a ser que se animen a una segunda reconquista: la reconquista de las buenas costumbres españolas. En fin, falta un mes para las elecciones, esto es solamente el principio.


Fuente: http://www.laprovincia.es/secciones/noticia.jsp?pRef=1698_2_131043__Articulos-BUENAS-COSTUMBRES

miércoles, 13 de febrero de 2008

La nota que podíamos esperar de los Obispos



Ante las elecciones generales 2008
CRISTIANOS SOCIALISTAS, 11/02/08
BILBAO.

ECLESALIA, 12/02/08.- Como Cristianos Socialistas hemos hecho un esfuerzo por elaborar una Nota que razonablemente podíamos esperar de los obispos ante las elecciones generales 2008. Está redactada de acuerdo al género propio de los documentos de Iglesia y desde la tradición de la misma. Con ánimo de propuesta y de diálogo.

"1. Voto en conciencia y responsable.
Los ciudadanos y ciudadanas españoles hemos sido convocados a las urnas para el próximo 9 de marzo. Como en otras ocasiones ofrecemos a las personas y comunidades católicas y a quienes deseen tomar en cuenta la perspectiva que nace del Evangelio algunas consideraciones que estimulen el ejercicio de un voto que en todo caso debe ser en conciencia y responsable. Creemos que nos habita el derecho democrático y el deber cristiano de proponer criterios de discernimiento moral. La reflexión ética es del todo necesaria cuando se toman decisiones, como en unas elecciones, que han de contribuir al pleno reconocimiento de los derechos fundamentales de todas las personas y a la promoción del bien común.

2. Fe católica y pluralismo político.
Hombres y mujeres católicos pueden apoyar partidos diferentes y militar en ellos, "una misma fe puede conducir a compromisos políticos diferentes" (Octogesima adveniens n. 50). Este pluralismo no es indiscriminado. Del Evangelio y la Doctrina Social de le Iglesia emanan unos criterios éticos que identifican una inspiración católica de la política. En cualquier caso ninguna opción política se puede identificar con el Evangelio. Los diferentes programas presentan contenidos más próximos o más lejanos a la fe y a las exigencias de la vida cristiana. Hay una tensión irreducible que debe convertirse en contribución y enriquecimiento cristiano de la vida pública. Un voto responsable exige la atención detenida a las ofertas de cada partido y un discernimiento de la tarea realizada a lo largo de la legislatura -"por sus frutos les conoceréis" dijo Jesús (Mt. 7,16)-.

3. Ética de los políticos y electores. Tanto católicos como ciudadanos que actúan responsablemente, antes de apoyar con su voto una u otra propuesta, han de valorar las distintas ofertas políticas, teniendo en cuenta el aprecio que cada partido, cada programa y cada dirigente otorga a la dimensión moral de la vida, que en política es singularmente la consecución del Bien Común. La calidad y exigencia moral de los ciudadanos en el ejercicio de su voto es el mejor medio para mantener el vigor y la autenticidad de las instituciones democráticas. La legitimación democrática no exime sino que exige a los representantes de la soberanía popular una acción política de acuerdo a los valores éticos compartidos que dimanan de la Constitución y de la Carta de los Derechos Humanos ("En los derechos humanos están condensadas las principales exigencias morales y jurídicas que deben presidir la construcción de la comunidad política. Estos constituyen una norma objetiva que es el fundamento del derecho positivo […] porque la persona es desde el punto de vista ontológico y como finalidad, anterior" -Compendio DSI, 388-).

4. Derecho a la vida y terrorismo. La defensa del inviolable derecho a la vida es el primer valor que debe ser defendido en la sociedad española. No cabe justificación explícita ni implícita de la acción terrorista, ni de sus formas de legitimación ideológica totalitarias y dogmáticas, "el terrorismo es intrínsecamente perverso, nunca justificable" (Valoración moral del terrorismo, 12). La memoria de las víctimas es el mejor antídoto contra el principio de la eficacia política del terrorismo, también la solidaridad y el reconocimiento social hacia sus familiares. Los modos para la erradicación del terrorismo corresponden a los representantes legítimos de la voluntad ciudadana que "pueden con todo derecho inclinarse hacia soluciones diferentes" (Gaudium et Spes, 74) en orden a la consecución definitiva de la paz sobre la base de la libertad y la justicia.

5. Derecho a la vida en el ordenamiento jurídico.
En el ordenamiento jurídico se deciden de modo particular como dice Benedicto XVI "valores fundamentales y principios antropológicos y éticos arraigados en la naturaleza del ser humano, en particular con respecto a la defensa de la vida humana en todas sus etapas, desde la concepción hasta la muerte natural". La Iglesia nunca desfallecerá en la defensa moral del don de la vida, menos aún la más débil. Sin embargo la tradición cristiana no exige imponer estos valores por la persecución a través del código penal al conjunto de la sociedad (cfr. Católicos en la Vida Pública, 40). Corresponde a la prudencia política determinar los modos legislativos más adecuados para una preservación inequívoca de estos valores en situaciones límite y en cada contexto social (cfr. Gaudium et Spes, 36 y 76).

6. La promoción de la familia.
La familia es el primer campo en el compromiso social. Es célula fundamental de la sociedad. Su apoyo necesita también medios económicos y legislativos dirigidos a asegurar su lugar primario en la humanización de la persona y de la sociedad. En tiempos en que el vínculo familiar se hace más vulnerable es precisa la promoción de la familia fundada en el matrimonio. En este ámbito familiar y afectivo, en el que hay no sólo humillación y amenaza, sino muerte violenta de mujeres a manos de sus esposos y parejas, es preciso un combate que debe alcanzar sus mismas raíces ideológicas y culturales. Al mismo tiempo el Evangelio es contrario a cualquier tipo de discriminación, también de las personas homosexuales. En Jesús no se puede fundar ninguna mentalidad cultural, por secular que sea, en contra de la dignidad humana. "el sábado está hecho para el hombre no el hombre para el sábado" (Lc. 2, 27). Como ha dicho el actual Papa siendo Prefecto de la Doctrina de la Fe en referencia a la homofobia "la dignidad propia de toda persona siempre debe ser respetada en las palabras, en las acciones y en las legislaciones" (1 de octubre de 1986).

7. La opción preferencial por los desfavorecidos.
En nuestra sociedad persisten e incrementan múltiples formas de dominación que no son conformes a la dignidad propia de los hijos de Dios. Es criterio central del Evangelio la prioridad de los desfavorecidos y de los últimos. Así lo dice el juicio a las naciones, "lo que hayáis hecho a cada uno de estos mis hermanos menores me lo hicisteis a mi" (Mt. 25, 40). Se han de priorizar políticas como las siguientes: de acogida y de integración de las personas inmigrantes y de sus familias, inspirada en principios de humanidad, vigilando para que no se difunda la tentación de explotar a los trabajadores extranjeros, privándoles de los derechos garantizados a los trabajadores nacionales; también políticas de educación, de salud, de atención social y de vivienda de acuerdo a la primacía del destino universal de los bienes, especialmente pensando en los desfavorecidos, en los jóvenes, los enfermos y las personas dependientes; políticas de empleo, con dignidad y seguridad, porque el trabajo es un derecho fundamental para la persona; políticas dirigidas a impulsar la corresponsabilidad de hombres y mujeres tanto en la vida pública, económica y laboral como en la familiar; políticas de cooperación al desarrollo y de solidaridad con los Países del Tercer Mundo.

8. Bienaventurados los que trabajan por la paz y la justicia en el mundo.
El desarrollo económico y técnico ha incrementado la riqueza de forma exponencial. La humanidad tiene al alcance de la mano la superación del hambre, de las grandes enfermedades vinculadas a la pobreza y de las carencias estructurales en educación, trabajo y vivienda. Sin embargo, la desigualdad no sólo persiste sino que se acrecienta. Bienaventurados los que trabajan por la paz y la justicia (cfr. Mt. 5, 9-10). Son urgentes políticas nacionales y a escala internacional bajo el principio de que la persona, no el capital, constituye el centro de la vida económico-social. Han de eliminarse las enormes desigualdades económico-sociales. Lejos de la cooperación, se incrementan los conflictos bélicos y terroristas. "Nunca más la guerra" (Juan Pablo II). Las diferentes culturas y países deben cooperar hacia la construcción de un orden mundial más justo, solidario y en paz. En nuestro mundo globalizado la moralidad de la política internacional es una exigencia moral de primer orden. Una justa concepción del desarrollo ha de incorporar también la cuestión ecológica y la necesidad de políticas que preserven solidariamente el don de la Creación a futuras generaciones. "Es necesario un sí decisivo en las decisiones para proteger la creación, así como un compromiso firme para cambiar las tendencias que arriesgan con llevar a situaciones irreversibles de degradación" (Benedicto XVI).

9. Estado e Iglesia católica. Debe promoverse el principio de la "sana laicidad" (Benedicto XVI) que reconocemos en la Constitución española en la triple afirmación de la libertad religiosa, la no confesionalidad del Estado y la cooperación con la Iglesia católica y las demás confesiones religiosas. La Iglesia "no pone su esperanza en privilegios dados por el poder civil" (Gaudium et Spes, 76). Saludamos la política de igualdad de trato hacia las confesiones religiosas con notorio arraigo. El estatus de la enseñanza de la religión en la enseñanza pública es bien mejorable, no obstante valoramos los avances alcanzados con la enseñanza concertada católica, los relativos al profesorado de religión y a la colaboración del Estado en la autofinanciación de la Iglesia católica. Estimamos Educación para la Ciudadanía y los Derechos humanos como una contribución al pleno desarrollo de la personalidad humana a que debe contribuir la escuela, lo que en cualquier caso debe darse de acuerdo con el derecho de los padres a que sus hijos reciban la formación religiosa y moral de acuerdo a sus convicciones.

10. Bien común e identidades nacionales.
La Iglesia católica reconoce la legitimidad ética de las posiciones nacionalistas que por métodos democráticos pretenden modificar la configuración política de la unidad de España en el ejercicio propio de la libertad de los ciudadanos y de los pueblos (Valoración moral del terrorismo, 31). Al mismo tiempo sostiene que, también en este caso, es necesario valorar el bien común de una sociedad pluricentenaria. Se trata de la difícil tarea de gobernar la pluralidad, de ir dando con fórmulas de convivencia que conjuguen identidades plurales y garanticen la solidaridad entre unas y otras comunidades, nacionalidades o regiones. Corresponde a todos hacer de la verdad histórica, un motivo para la reconciliación y la convivencia en libertad entre los ciudadanos españoles, no una excusa en favor de pretensiones particularistas o reivindicaciones ideológicas, de las que la propia Iglesia católica no está libre por principio.

11. Espíritu de colaboración en libertad.
A través de esta nota deseamos colaborar sinceramente en el enriquecimiento espiritual de nuestra sociedad, en la consolidación de la auténtica tolerancia y de la convivencia en el mutuo respeto, la libertad y la justicia, como fundamento imprescindible de la paz verdadera. Respetamos a quienes ven las cosas de otra manera. Sólo pedimos respeto para proponer libremente nuestra manera de ver las cosas, que hemos dialogado con hombres y mujeres que honradamente viven su fe en diferentes mediaciones socio-políticas, sin que nadie se sienta amenazado ni nuestra intervención sea interpretada como una ofensa o como un peligro para la libertad de los demás.

Que el Señor ilumine y fortalezca a todos para actuar en conciencia y conforme a las exigencias de la convivencia en justicia y libertad". (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

martes, 12 de febrero de 2008

Nueva actitud femenina ante el fútbol



Toda aquella mujer que de naturaleza no sea fanática de algún equipo de fútbol, habrá sufrido los estragos de ser la hija, madre, esposa, hermana o amiga de uno o más miembros en la familia a los que envuelve este deporte. Podemos ponernos dos dedos en los oídos ante el masculino grito que aclama un gol, o unirnos más que por empatía, por integrarnos a ellos como familia en casa.

Si bien hay muchos sitios en que ante grandes pantallas, bebida, comida y amigos resulta más interesante mirar un partido, es aquí donde las mujeres podemos ser imanes altamente atrayentes, disponiendo en casa un ambiente favorable para disfrutar de este deporte. Dificilmente podrá interesarnos si nunca antes nos ha gustado, pero debemos tomar una nueva actitud que nos permita convivir incluso en esos momentos.

Dispongamos entonces de ricos aperitivos, confortables sillones y todo eso que integrará la mezcla perfecta de elementos para que sea posible. Escribo esto y debería predicar con el ejemplo, estoy en el intento. Requiere de cierto esfuerzo y disposición. He citado el fútbol como fenómeno masivo, pero siempre habrá algún motivo para acercarnos a los que queremos a través de sus gustos e intereses.

Pasamos la vida omitiendo estos detalles y cuando nos damos cuenta encontramos un abismo con los que nos rodean. No hemos valorado lo importante que es conocer a otros cuando podemos mirarlos en esas áreas especiales de sus vidas, personalidades, posibilidades. Cuestión de actitud y de dar lo que poseemos.

Ceder no significará sacrificio, pues a medida que estemos presentes en los eventos de unos y otros, descubriremos grandes sorpresas, pues nada hay mejor que acompañar y sentirse acompañado cuando una pasión nos mueve, llamada incluso fútbol.

Tere García Ahued.

lunes, 11 de febrero de 2008

Otras voces en la Iglesia



PROFUNDIZAR EN LA DEMOCRACIA Y EN LA SOLIDARIDAD.
(Ante las elecciones generales de 2008)


El Grup de Rectors del Dissabte, ante las próximas elecciones generales del día 9 de marzo, ofrece sus reflexiones para iluminar la construcción de las propuestas políticas y el libre ejercicio del voto, desde la perspectiva evangélica.


La autoridad del magisterio de la Iglesia en la contienda electoral se inscribe exclusivamente en la iluminación de la conciencia moral para el ejercicio libre del voto ante las propuestas políticas que se presenten. Ningún miembro de la Iglesia puede sustituir la decisión última de la conciencia, que permanece siempre como la instancia suprema y decisiva para la orientación del voto. Ningún obispo ni conferencia episcopal pueden modificar esta doctrina conciliar, a pesar de sus frecuentes intervenciones públicas orientadas a inclinar el voto de los cristianos hacia la opción conservadora o hacia posiciones mucho más extremas. La fe cristiana permite diversidad y pluralidad de opciones políticas, siempre que tiendan a favorecer el bien común y la promoción de la justicia.


Desde la perspectiva de los valores del Reino de Dios, nos proponemos colaborar en la formación de la conciencia y ayudar a que el votante católico recupere su libertad, sin miedo ni coacciones, ya que no están en juego ni posiciones dogmáticas, ni visiones totalitarias, sino programas de acción que cada uno debe libremente discernir. Este llamado a la libertad de conciencia no preside ciertas manifestaciones de algunos obispos, que se identifican peligrosamente con las propuestas más conservadoras, hasta patrimonializar la fe de la Iglesia en un único partido o en ideologías bien definidas. Cuando hacen eso, parece que no tienen en cuenta las consecuencias lamentables que esta posición provocó, en épocas bien recientes, en nuestro pueblo y en la Iglesia.


Renovar la política


Apoyamos la dignificación de la acción política a través de comportamientos que la sitúen más allá de la crispación, el linchamiento o el hostigamiento visceral, así como a los grupos que presenten en sus listas a políticos honestos y competentes y que propongan fórmulas para promover la ética política, la convivencia cívica y solidaria y la cultura de la trasparencia en la acción social, económica, política y mediática.


Calidad democrática


Apoyamos a las fuerzas políticas que elijan el diálogo y la negociación como cauces en la resolución de conflictos y en la búsqueda de la paz; que sean capaces de llegar a acuerdos pos-electorales en orden a unir esfuerzos en favor del interés común; que luchen contra la corrupción y reformen la ley electoral para profundizar en la democracia y la participación; que desbloqueen las instituciones básicas como el Parlamento y la Magistratura; que rechacen medidas que conculquen derechos democráticos de personas, pueblos o grupos; y que amplíen los derechos civiles y sociales de todas las personas, cualquiera sea su orientación ideológica, cultural, religiosa, sexual, o nivel de capacidad o discapacidad intelectual


La centralidad de los últimos


Apoyamos las propuestas políticas que antepongan los ideales de justicia social y solidaridad; que propongan medidas que dignifiquen el trabajo y prioricen las necesidades de las personas excluidas y grupos socialmente empobrecidos; que favorezcan las medidas redistributivas a favor de los que tienen menos poder adquisitivo; que fomenten la igualdad en derechos y responsabilidades de las personas inmigrantes; y que potencien la lucha contra la pobreza mundial y la cooperación al desarrollo.


El desarrollo sostenible


Apoyamos las propuestas económicas y urbanísticas basadas en un desarrollo sostenible, transparente y sustentable; que antepongan el bien común al lucro personal mediante medidas contra el desarrollismo salvaje que destruye la naturaleza; que procuren la defensa del medio ambiente frente al crecimiento depredatorio realizado al amparo de información privilegiada o concesiones interesadas; y que garanticen la sostenibilidad del planeta y el futuro de las nuevas generaciones.


Valores compartidos


Apoyamos a quienes favorezcan políticas culturales que promuevan valores, tanto laicos como religiosos, por ser auténticamente humanos, como el respeto a la dignidad del ser humano; el reconocimiento integral de sus derechos; el hambre y sed de justicia; el rechazo de toda opresión, violencia o discriminación; el espíritu de tolerancia, pluralismo y autonomía; la calidad de vida y la promoción de la salud.

La laicidad democrática


Apoyamos las propuestas respetuosas de la laicidad del Estado y de la política; que no conviertan la religión en un elemento de diferenciación política-jurídica, ni consientan la indebida injerencia clerical; que propongan la libertad religiosa y el trato igualitario de las confesiones religiosas; y que reconozcan el pluralismo ético de la sociedad española y el papel público de la religión con el derecho a intervenir cuando se violen los derechos fundamentales de las personas y pueblos –principalmente de los pobres- incluyendo en este supuesto modalidades de aborto y de eutanasia, difícilmente compatibles con el respeto a la vida.


Servicios públicos


Apoyamos las medidas que fortalezcan los servicios públicos a fin de que lleguen a toda la ciudadanía y en especial a los más desfavorecidos; que garanticen que los servicios sociales, sanitarios, culturales, de transportes, habitacionales, deportivos y de ocio sean accesibles a toda la población; y que faciliten el predominio de estos servicios públicos frente a las privatizaciones, para que conecten con las aspiraciones de los barrios populares.


El Estado español es plural y complejo


Apoyamos todos los esfuerzos orientados al reconocimiento práctico y real de las identidades nacionales de los diversos pueblos del Estado, defendiendo y promoviendo sus especificas peculiaridades culturales, lingüísticas y socio-políticas.


Desde estas convicciones conciliares, que compartimos con otras personas y grupos, hacemos un llamamiento a participar activamente en el proceso electoral y, tras discernir los programas, favorecer aquéllos que mejor promuevan los valores indicados, desde la fidelidad a la propia conciencia.


València febrer de 2008
GRUP DE RECTORS DEL DISSABTE





viernes, 8 de febrero de 2008

Un Padre Nuestro latinoamericano




Padre nuestro que estás en los cielos
con las golondrinas y los misiles
quiero que vuelvas antes de que olvides
cómo se llega al sur de Río Grande
Padre nuestro que estás en el exilio
casi nunca te acuerdas de los míos
de todos modos donde quieras que estés
santificado sea tu nombre
no quienes santifican en tu nombre
cerrando un ojo para no ver las uñas
sucias de la miseria
en agosto de mil novecientos sesenta
ya no sirve pedirte
venga a nos el tu reino
porque tu reino también está aquí abajo
metido en los rencores y en el miedo
en las vacilaciones y en la mugre
en la desilusión y en la modorra
en esta ansia de verte pese a todo
cuando hablaste del rico
la aguja y el camello
y te votamos todos
por unanimidad para la Gloria
también alzó su mano el indio silencioso
que te respetaba pero se resistía
a pensar hágase tu voluntad
sin embargo una vez cada tanto
tu voluntad se mezcla con la mía
la domina
la enciende
la duplica
más arduo es conocer cuál es mi voluntad
cuándo creo de veras lo que digo creer
así en tu omnipresencia como en mi soledad
así en la tierra como en el cielo
siempre
estaré más seguro de la tierra que piso
que del cielo intratable que me ignora
pero quién sabe
no voy a decidir
que tu poder se haga o se deshaga
tu voluntad igual se está haciendo en el viento
en el Ande de nieve
en el pájaro que fecunda a su pájara
en los cancilleres que murmuran yes sir
en cada mano que se convierte en
claro no estoy seguro si me gusta el estilo
que tu voluntad elige para hacerse
lo digo con irreverencia y gratitud
dos emblemas que pronto serán la misma cosa
lo digo sobre todo pensando en el pan nuestro
de cada día y de cada pedacito de día
ayer nos lo quitaste
dánosle hoy
o al menos el derecho de darnos nuestro pan
no sólo el que era símbolo de Algo
sino el de miga y cáscara
el pan nuestro
ya que nos quedan pocas esperanzas y deudas
perdónanos si puedes nuestras deudas
pero no nos perdones la esperanza
no nos perdones nunca nuestros créditos
a más tardar mañana
saldremos a cobrar a los fallutos
tangibles y sonrientes forajidos
a los que tienen garras para el arpa
y un panamericano temblor con que se enjugan
la última escupida que cuelga de su rostro
poco importa que nuestros acreedores perdonen
así como nosotros
una vez
por error
perdonamos a nuestros deudores
todavía
nos deben como un siglo
de insomnios y garrote
como tres mil kilómetros de injurias
como veinte medallas a Somoza
como una sola Guatemala muerta
no nos dejes caer en la tentación
de olvidar o vender este pasado
o arrendar una sola hectárea de su olvido
ahora que es la hora de saber quiénes somos
y han de cruzar el río
el dólar y su amor contrarrembolso
arráncanos del alma el último mendigo
y líbranos de todo mal de conciencia
amén.

Mario Benedetti
-enviado por Caia -

jueves, 7 de febrero de 2008

Tus ojos siguen mirándome como hace tiempo y yo noto en el durazno que sotengo en mis manos, la misma tersura que en tu piel. Aquí estamos todavía y somos dos guerreros triunfando a través del tiempo, nosotros que una vez como almas gemelas nos encontramos para no separarnos jamás.

Sigo atrapada en cualquier evocación de tu nombre, tu aroma y tus caricias. Cada día encuentro nuevos motivos que te representan mientras no estás. Dejas impregnado todo de tí para que sea menos doloroso el espacio en que no estás.

Pero vuelves y el color de las cosas que construímos juntos se hacen más brillantes que cuando el sol de primavera cubre los campos con flores. Es gozar de esta feliz dependencia que tengo de tí, anclada a tu cariño que al mismo tiempo me hace flotar holgada entre este suave nudo marino que me une a tí, mojado por las aguas saladas de dos océanos que se encuentran levantando oleajes que nadie espera, justo como un día nos pasó.

Inspirada puedo formar frases y poemas, pero a tí con solo una palabra, puedo hacerte saber que presente o ausente dejas acomodado el amor de tal forma que puedo esperarte por siempre, con tal que cuando llegues tus ojos sigan mirándome de la misma manera.


Tere García Ahued

miércoles, 6 de febrero de 2008

Yo lo vi



Una asidua lectora del blog nos envia unas pequeñas reflexiones sobre los problemas de tantos niños que son explotados
a partir de un sencillo relato que nos hace.
Con mucho gusto lo publicamos en este blog que quiere ser eso: un espacio de compartir opiniones
Allí estaba en la acera de enfrente, y lo observé por varios minutos, pensando que esperaba a alguien, no pude más y me acerqué, tendría unos 9 añitos. Su ropita maltratada, en su pierna izquierda una bota en la que casi ya no había color, la otra pierna enyesada, sus manitas metidas en su pelo y agachado; lo saludé con un ¡hola¡,tenia unos ojos aguamielados, del color del aguamiel del papelón de mi tierra, me miró no se si con asombro o con tristeza y me contestó ¡hola señora!,le pregunté que hacia si esperaba a alguien.

Pero me esperaba a mí, de eso si estoy segura que hay momentos en que nuestros pasos son encaminados hacia alguien que nos necesita ¿de dónde eres ? de un país vecino me respondió, de allí un señor hace dos días me trajo para que trabajara y¿ tus padres?...no los conozco, me crió una abuelita que hace un año murió y quedé en la calle porque demolieron las ruinas donde vivíamos, yo no sabia que trabajo me tenia el señor que me trajo, ayer muy de mañana, apareció otro señor que me dijo que iba hacer algo en mi pierna que no dolía, me enyesó y cuando pregunté: porque si yo no tenia nada, me dijo que no podía hablar, que desde ese momento yo tenía que ser mudó ,me dio un trozo de pan y luego me llevó cerca de un semáforo donde me sentó en un banquito viejo y puso en mis manos una gorra, diciéndome que la mostrara a todos los que pasaban que me iban a dar mucho dinero y que la mitad sería para mi.


Allí estuve con hambre y sed y muy cansado, pero eso si la gente al verme colocaban en la gorra billetes de diferentes números, sí pasé hasta bien entrada la noche, cuando el señor me recogió y me llevó de nuevo al cuarto donde vive, me dio otro pan y se puso feliz cuando vio tanto dinero.


Y ¿la mitad que te prometió? no, me dijo que al finalizar la semana me daría algo, e dije que me quitara el yeso que me sentía mal y me respondió, que ese era mi trabajo. Estaba cansado, muy cansado y seguía con hambre.

EL señor salió, se olvidó cerrar la puerta y aproveché con mucha dificultad para salir a la calle, ví a una señora en un carro y le pedí: por favor lléveme lejos de aquí, en el camino le contaré. Que bueno la señora arrancó, le conté todo y me dijo que me llevaría a una urbanización, donde habían unos misioneros que podían ayudarme, por eso estoy aquí, pero ya no puedo caminar.


Mi corazón se puso chiquitico con esa historia, ¡qué tristeza.! .

Lo llevé a la casa para auxiliarlo, o senté a mi mesa y con que alegría consumía los alimentos, lo demás corrió por mi cuenta hasta que vi que su problema estaba solucionado.


Nunca olvidaré aquella carita de agradecimiento y sus ojos los reconocería entre miles, pero esa impotencia de que los culpables sigan libres, es inmensa.


Eso que me sucedió dejó una inmensa huella en mi corazón. Y pensar que casos como estos se viven en muchos lugares del mundo. ¿Por qué? porque se han perdido los valores.
Nelly Guerrero

lunes, 4 de febrero de 2008

Obispos en campaña electoral



Ya es un tema manido. Periódicos, medios de comunicación, blogueros de toda España se han ido pronunciando en torno a la nota de los obispos españoles en torno a las próximas elecciones. Y quiero escribir algo también, aunque me repita.


Mas o menos uno se esperaba todo lo relacionado con los matrimonios homosexuales, con la educación, etc…. A pesar de no estar de acuerdo con ellos. Pero donde han desbarrado totalmente es cuando han tocado la política antiterrorista. Ahí ya no solo se han metido descaradamente en política, sino que descalificando al gobierno actual por lo que han hecho han pedido que no se vote a favor de ellos. A mi juicio si creyeran en el Evangelio tendrían que ser ellos mismos los que se ofrecieran como mediadores para favorecer la paz. Como se ha hecho siempre.

Todos nos preguntamos por qué no descalificaron los intentos del Sr Aznar cuando conversaba con ellos, y cuando nos metió, bajo mentiras, en la guerra de Irak, y por qué no se manifestaron en contra de aquello. Es que va más en contra del Evangelio el matrimonio de dos personas del mismo sexo que la guerra entre pueblos, que matar a los demás. Se han contradicho totalmente, Sres Obispos. Y desde luego a mí no me están dando ejemplo de cristianos.

Por otra parte, eso de que se está contra la familia por parte del Gobierno. ¿Cuándo el gobierno actual ha impedido a dos personas de diferente sexo que se casen de la forma que ellos quieran, por lo civil o por la Iglesia? ¿Cuándo ha publicado alguna ley que vaya en contra de la familia, que le quite prestaciones, que no deje ir a la escuela a los niños nacidos en un modelo de familia tradicional? ¿Cuándo? Lo único que ha hecho es dar opciones a otros que no la tenían.

Nos molesta que en los países musulmanes se gobierne de acuerdo a las normas religiosas. ¿Qué es lo que quieren los obispos? ¿Volver al nacional catolicismo de Franco, donde ellos también tenían poder? ¿no será mejor quedarnos con la etapa de transición donde las cosas, bajo la sabia guía de Tarancón, se pusieron en su sitio?

La verdad que la única razón que veo para que estén enfadados es que no les gusta que gobierne el PSOE, sino el PP. Porque en definitiva eso es lo que se lee entre líneas, y hacemos muchos. Si ellos quieren que vivamos bajo las normas cristianas, seamos o no creyentes, y por obligación legal, entonces comprenderán perfectamente y estarán de acuerdo con que en los países islamistas persigan a los cristianos. Porque lo que vale aquí para la religión mayoritaria, vale allá también para la suya. ¿O no?


Además ellos aluden a su derecho a la libertad de expresión, pero se molestan, si bajo el mismo derecho, otros les critican. Entonces a eso le llaman persecución. Hay que ver como se han enfadado porque muchos pensemos de otra manera. Por otro lado, hablando de temas políticos mas concretos como el terrorismo, ellos tienen derecho a opinar, pero como personas particulares, no como obispos, pues comprometen a toda la Iglesia. Y yo desde luego, y muchísimos mas lo han dicho en estos dias, no me siento representado por su opinión. Como me ha comentado un amigo mío estos días, “me declaro objetor”.

Y ese lío que se tienen contra las parejas del mismo sexo es otro follón. Yo, desde luego, teniendo en su seno a personas dirigentes que les han pillado abusando de menores, como mínimo, me estaría callado.

Además para hacer las cosas que me dicta mi conciencia de cristiano, no necesito que el Estado me las mande con unas leyes. Para dejar de hacerlas, tampoco necesito que me las prohíba con otras leyes. Basta mi conciencia. Para acabar, deberían estar más preocupados en como hacerse presente en el mundo juvenil, que meterse a dictar normativas en materias tan concretas como el terrorismo.