Recibí en un grupo al que pertenezco un email de una amiga que se ha leído muchas de las reflexionadas anotadas en este blog, sobre todo la titulada “Sentimientos”. Esta amiga, a la que supuestamente llamaré Rosa, comenta lo siguiente
Hola amigos:
Definitivamente sentirse bien es lo mejor que puede pasarnos. A veces pienso que si me sucedieran grandes cosas sería feliz. Y después de pasar por malos días y de que recibí el apoyo de ustedes; les cuento que hoy hasta el aire contaminado de esta ciudad petrolera me huele a vida.
Entonces, he realizado todas mis labores en casa, he puesto la música que algunos de ustedes me han enviado. El aire entra por las ventanas, me he arreglado, maquillado y me siento muy bien, como sentir la misión cumplida.
Ayer leía el blog en el que participa A. Quintana haciendo reflexiones importantes. Y de verdad acepto todo cuanto dice. Somos nosotros los que miramos al exterior con nuestro propio cristal. El mundo ocurre simplemente afuera y uno mismo es quien se empeña en ver borroso desde nuestra ventana personal.
En una ocasión recibí un pps titulado: " Las sábanas sucias”. Hablaba sobre una mujer que comentaba a su marido que veía a la vecina poner a secar a sol ropa manchada y la criticaba siempre por esto. Un día ella nota que la ropa de esa mujer estaba limpia y lo comenta al esposo quien le dice que ahora ve eso porque él mismo ha limpiado la ventana. Y esa es la clave, el cristal con que miramos las cosas.
Creo que ya he pasado el bache de tristeza, hoy me siento llena de vida y con ganas de poder abrazarlos a todos. Me gusta todo lo que aquí aprendo y la oportunidad única e histórica de coincidir en este espacio con personas tan agradables y sensibles.
Les envío un saludo a todos, y desde mi cristal recién desempañado los miro, abro la ventana y me reúno con ustedes.
Rosa
Hola amigos:
Definitivamente sentirse bien es lo mejor que puede pasarnos. A veces pienso que si me sucedieran grandes cosas sería feliz. Y después de pasar por malos días y de que recibí el apoyo de ustedes; les cuento que hoy hasta el aire contaminado de esta ciudad petrolera me huele a vida.
Entonces, he realizado todas mis labores en casa, he puesto la música que algunos de ustedes me han enviado. El aire entra por las ventanas, me he arreglado, maquillado y me siento muy bien, como sentir la misión cumplida.
Ayer leía el blog en el que participa A. Quintana haciendo reflexiones importantes. Y de verdad acepto todo cuanto dice. Somos nosotros los que miramos al exterior con nuestro propio cristal. El mundo ocurre simplemente afuera y uno mismo es quien se empeña en ver borroso desde nuestra ventana personal.
En una ocasión recibí un pps titulado: " Las sábanas sucias”. Hablaba sobre una mujer que comentaba a su marido que veía a la vecina poner a secar a sol ropa manchada y la criticaba siempre por esto. Un día ella nota que la ropa de esa mujer estaba limpia y lo comenta al esposo quien le dice que ahora ve eso porque él mismo ha limpiado la ventana. Y esa es la clave, el cristal con que miramos las cosas.
Creo que ya he pasado el bache de tristeza, hoy me siento llena de vida y con ganas de poder abrazarlos a todos. Me gusta todo lo que aquí aprendo y la oportunidad única e histórica de coincidir en este espacio con personas tan agradables y sensibles.
Les envío un saludo a todos, y desde mi cristal recién desempañado los miro, abro la ventana y me reúno con ustedes.
Rosa
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