No puedo dar lo que no tengo

No puedo dar lo que no tengo.

Por eso si nos ponen una multa grande, y no tenemos dinero, y lo demostramos, nos podemos declarar insolventes.
Insolventes podemos ser también en muchas otras cosas.
No puedo dar amistad, si yo no tengo buenos sentimientos.
No puedo dar amor, si yo no me amo a mi mismo y valoro la vida que llevo.
No puedo dar envidia, si mi corazón está libre de sentimientos de superioridad.
No puedo envolver de armonía lo que me rodea, si no estoy en paz conmigo mismo.

Soy insolvente para escribir, si no soy capaz de leer lo que escriben los demás.
Soy insolvente para expresar sentimientos, si no doy cabida en mi interior a los sentimientos de los otros.
No puedo cantar, si no tengo oído musical y buena voz.
No puedo aprender, si no estudio, si no indago.
No puedo encontrar, si no busco.

Nadie da lo que no tiene.
No podemos buscar en los jefes de este mundo el servicio a los débiles cuando andan liados buscando el poder y la supremacía de unas naciones sobre otras, de unos grupos sobre otros.
No puedo ser líder, si no sé dominarme a mí mismo.
No puedo guiar , liderar o ser jefe de nada, si no lo soy de mí mismo y no sé ni controlar mis propias emociones.

Puedo dar, cuando tengo. Puedo amar, cuando soy capaz de recibir ese amor. Puedo comprender, cuando sé escuchar. Puedo escuchar, cuando soy capaz de perder el tiempo y las cosas de los demás se me quedan dentro.