Las urnas hablaron en todas las partes de España el domingo pasado. Pero si en un sitio hablaron bien alto fue en Canarias. Una debacle para los grupos del Partido Popular y Coalición Canarias. Estos al menos en Tenerife, su sede de toda la vida, se mantienen. Son, a mi juicio, tan de derechas como los del P P. Por eso, se entienden tan bien, y de la misma forma se pelean. En la pasada legislatura estuvieron aliados un par de años. Antes de estas elecciones volvían a piropearse. No se violentaron el uno contra el otro, no hubo palabras de ataque mutuo. Ambos se pusieron de acuerdo para atacar a los del PSOE.
Al final, al menos en Gran Canaria, el PSOE arrasó. Y también en Canarias, en las votaciones al parlamento regional. Pero no tienen mayoría absoluta. Y ahora los otros pactarán en contra del PSOE y en contra de la voluntad del pueblo. ¿Qué podemos hacer entonces?, me preguntaba un amigo, militante de Coalición. Pues lo mismo que han hecho todos los que les toca estar en la oposición: volver a las bases y ganarse la confianza del pueblo. Pero eso no puede ser, me decían. En el fondo, no se entienden a si mismos si no están en el poder. Son para estar sobre los otros. Se creen los únicos defensores de esta tierra y de esta gente. Y están defendiendo sus puestos. Poco le importa lo que ha dicho el pueblo.
Hay otros nacionalistas más progres en Gran Canaria que pactarán con el PSOE. Me parece más lógico, pero bien que pactaron con el Popular cuando les vino bien. No hay quien les entienda. Por eso me decía una amiga antes de las elecciones que no quería votar, pues si votaba por unos era porque no quería a los otros, pero si salían los unos luego se ponían de acuerdo con los otros, que a ella no les gustaba, y formaban gobierno. Cada día creo más oportuno una ley que permita gobernar a la lista más votada. Y después ellos que adapten sus programas y sus normativas a todo el conjunto de concejales, de juntas, de consejeros o como se llamen. Si no, esto es reirse del pueblo llano y sencillo. Y por una vez que fuimos muchos a votar, que se nos haga caso, digo yo.
Aunque hay cosas que no logro entender: que en los sitios donde hubo corrupción y que intervinieron los jueces, los políticos imputados hayan seguido teniendo votos, y en muchos casos con mayoría a la de las elecciones anteriores. ¿Seremos masoquistas?
Al final, al menos en Gran Canaria, el PSOE arrasó. Y también en Canarias, en las votaciones al parlamento regional. Pero no tienen mayoría absoluta. Y ahora los otros pactarán en contra del PSOE y en contra de la voluntad del pueblo. ¿Qué podemos hacer entonces?, me preguntaba un amigo, militante de Coalición. Pues lo mismo que han hecho todos los que les toca estar en la oposición: volver a las bases y ganarse la confianza del pueblo. Pero eso no puede ser, me decían. En el fondo, no se entienden a si mismos si no están en el poder. Son para estar sobre los otros. Se creen los únicos defensores de esta tierra y de esta gente. Y están defendiendo sus puestos. Poco le importa lo que ha dicho el pueblo.
Hay otros nacionalistas más progres en Gran Canaria que pactarán con el PSOE. Me parece más lógico, pero bien que pactaron con el Popular cuando les vino bien. No hay quien les entienda. Por eso me decía una amiga antes de las elecciones que no quería votar, pues si votaba por unos era porque no quería a los otros, pero si salían los unos luego se ponían de acuerdo con los otros, que a ella no les gustaba, y formaban gobierno. Cada día creo más oportuno una ley que permita gobernar a la lista más votada. Y después ellos que adapten sus programas y sus normativas a todo el conjunto de concejales, de juntas, de consejeros o como se llamen. Si no, esto es reirse del pueblo llano y sencillo. Y por una vez que fuimos muchos a votar, que se nos haga caso, digo yo.
Aunque hay cosas que no logro entender: que en los sitios donde hubo corrupción y que intervinieron los jueces, los políticos imputados hayan seguido teniendo votos, y en muchos casos con mayoría a la de las elecciones anteriores. ¿Seremos masoquistas?
A algunos amigos que se han presentado a las elecciones y han conseguido estar en alguna lista, les he felicitado recordándoles que, por favor, sigan presente en los barrios, cerca de la gente, escuchando al pueblo y haciéndole caso, y no esperen a volver por allí para dentro de cuatro años. Me han dicho que lo van a hacer asi. Les tendré vigilados.
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