miércoles, 31 de octubre de 2007

DIRECTRICES para un mundo justo


DIRECTRICES

Sueño con un mundo justo, igualitario,
Apreciando la verdad de nuestro legado.
Acabar con todo el estado totalitario,
Que nos roba impune nuestro predicado.

Sueño con niños y viejos felices,
Que la raíz de los problemas acabe de una vez.
Que lo que dices hoy no se cicatrice
Por puro miedo tuyo o triste timidez.
Llamase a eso carácter y cierto carisma,
Hay mil personas a tu alrededor;
Aún que te nortees por el mismo prisma.


Lo importante es ser flexíble y resoluto,
Poner en cada cosa todo tu amor,
Hablar con inteligencia y ser astuto.

Jorge Humberto28/10/07
©Traducción al español por Meg*

martes, 30 de octubre de 2007

Construyendo catedrales



Durante una clase en la Universidad, mi profesor de la materia de recursos humanos nos hizo reflexionar con el ejemplo que comparto a continuación.
- " Llega un hombre a un sitio en obras de construcción y pregunta a dos albañiles por separado lo que hacían. Uno de ellos contestó: - Picando piedra. El otro dijo: - Construyendo una Catedral ".

El más claro ejemplo de la forma en que se percibe la vida y lo que en ella hacemos. Los factores que rodean a cada uno y las causas por las que de un mismo evento dos personas pueden reaccionar de diferente manera son infinitas. En la actitud está la respuesta.

Uno posa su mirada en metros cuadrados, se limita a picar piedra. El otro de manera tridimensional, se apasiona picando piedra porque sabe que está construyendo una Catedral.

Pensaba en que hemos perdido la capacidad de ver a lo lejos, pues al mirar hasta donde más no podemos, tendremos esa oportunidad de distinguir forma y fondo, altura, volúmen y entonces por muy lejanas que se encuentren las cosas, siguen estando a nuestro alcance. Por eso es importante dejar de mirar en los metros cuadrados a los que voluntariamente nos hemos acostumbrado.

La intención está en uno mismo y lo que marca la diferencia es nuestra actitud. Podemos picar piedra eternamente, o tenemos la opción creativa de ser parte de un conjunto en el que nuestro trabajo forma ese porcentaje de colaboración en la construcción de un proyecto social, familiar, escolar, nacional y por qué no, también personal.

Somos lo que pensamos, entonces pensemos que construímos Catedrales, y que nuestro límite no esté marcado por la simpleza de dar forma de ladrillo a una piedra.

Tere García Ahued.

lunes, 29 de octubre de 2007

Regálame la luna



Las finas manecillas en el reloj de pulso marcan las nueve. El mantel a cuadros sobre la rústica mesa de madera apolillada, exhibe un tulipán amarillo flotando en el agua del transparente cristal que lo contiene. Él llega puntual a la cita, se sienta y espera.

La ciudad huele a noche romántica. El viento de otoño agita los árboles, debajo una alfombra de hojas secas que se revuelven y elevan el vuelo como mariposas cuando los autos pasan a la orilla del jardín en la plaza principal.

Humeantes tazas de café y olor a panecillos recién horneados, aromatizan el entorno. A lo lejos doblando la esquina una figura femenina emite sonidos acompasados con sus zaptillas. Se acerca, ya sabe que es ella. Besando sus labios comienzan a escribir la historia de cada día, cuando después del trabajo unen sus manos siempre en la misma mesa de aquel pequeño cafe.

Siempre tulipanes, aunque un día son cálidos y otros puros; un día ocres y amarillos, otro blancos y rosados. La mesa, la cita, la hora, el café, esos no cambian. Necesitan permanecer estáticos para notar entonces que lo que cambia porque crece es el amor que se tienen.

La ciudad que aún no duerme, el reloj de Catedral anunciando las diez menos cuarto. Luciérnagas incrustadas en los matorrales recién podados como brillos de plata en las paredes de una mina.

El agua en la fuente meneándose como un vals de las olas. El pianista con suavidad moviendo los dedos mientras lee "Claro de luna " en su partitura. Parece que es la ciudad del amor, porque ellos que se aman notan en otros el mismo sentimiento.

Entonces él la mira con dulzura y le dice que le pida lo que más quiera. Ella corresponde a su mirada, sin parpadeo alguno y derramando amor por las pupilas, le contesta: - " regálame entonces la luna ".

Tere García Ahued.

viernes, 26 de octubre de 2007

La música que viene





Lo he leído de un poeta. Dice que “el que mira desde el espejo, es mi medida. A veces, parece el cadáver que será. A veces, resucita”. No recuerdo su nombre, sí que parecía japonés. Mejor que sea de otra nacionalidad, en estos momentos en que el ambiente social nos trae de nuevo a la memoria la necesidad de comprender que vivimos en una sociedad intercultural.

Sigo pensando en el espejo de marras, y pienso que lo bueno sería que la sociedad globalmente se pudiera también mirar al espejo. Pasaría algo de lo mismo. Unas veces nos veríamos cadáver, otras resucitando. Aunque pelear, discutir, y cosas similares son signos de vida, sin embargo el espejo social necesita otras resurrecciones que traigan algo más de paz y de calma, y que podamos deleitarnos en el cine o en la música, y tengamos la posibilidad, en los próximos días, de estar en el Womad pensando que allí se abre un ciclo nuevo. Porque de tanto crisparnos más que vivos parecemos cadáveres.

La música, la poesía –la cultura en definitiva- es un camino contra el desaliento, ayuda a despejar fantasmas, nos invita a conocernos más a nosotros mismos y sentirnos por dentro. Ojalá que estos días musicales que están a la puerta, nos ayuden también a cavar un hoyo, donde enterremos los muertos que vamos dejando por el camino. Porque el espejo donde se mira la sociedad- y no sé si por un halo de pesimismo que circula en mi- nos está dejando exhaustos, casi sin reconocernos. Y sin embargo había otra vida, otra etapa, donde nos entendíamos y llegábamos a acuerdos comunes. Que la música y la poesía nos la devuelva, porque los que organizan o colaboramos en la sociedad parece que no andan por la labor.

Womad: festival de música intercultural que se celebra en Las Palmas de GC en los primeros días de noviembre de cada año







Momentos a solas



Hay momentos en la vida...
Me engancha el título del texto publicado por Alberto Quevedo con fecha del jueves 25 de octubre de 2007. Leo hasta su última línea y me quedo pensando. Coloco la uña de mi dedo índice entre los dientes repasando todo lo que he leído. Silencio en casa y por este momento silencio también dentro de mí.

Escucha tu voz interior...
Otro texto de Lao-Tsé que publica Alberto con fecha del 18 de septiembre de 2007, y que este día vuelvo a recordarlo en cuanto he leído el que nos comparte este día.

Un hondo suspiro me llena los pulmones de aire y perturba el silencio que estaba tratando de mantener. Necesitamos un tiempo a solas, no solo para reflexionar, sino para dar un paseo dentro de nosotros y encontrarnos con esa voz interior.

Creemos encontrar respuestas mirando a los puntos cardinales, como si algún elemento natural pudiera darnos una respuesta.

Compramos libros de auto-ayuda de menos de cien páginas y grandes ilustraciones, y al terminar de leerlos seguimos confundidos y hasta aturdidos, pues nos dicen lo que siempre hemos escuchado, solo que con diferentes estilos y acomodo de palabras.

Tiene muchas cosas que decirnos nuestra voz interior.

Tere García Ahued

jueves, 25 de octubre de 2007

Hay momentos en la vida



Tengo ganas de contar cosas que pasan, pero cuando me pongo a ello no me salen. No creo que se me olviden. Sería demasiado pronto para el Alzheimer. Pero a veces me encuentro exhausto, con ganas de olvidarme de la realidad, como si uno estuviera cansado de batallar y pelear y tomar los cauces de unos caminos que no parecen llegar a ninguna parte y que tampoco te ofrecen la posibilidad del retorno.

Es como si en momentos quisiera que hubiera un viento fuerte que se llevara todo eso que está en mi pensamiento y lo sumiera en el callejón de los olvidos. Pero ese mismo viento vuelve a veces hacia mí y hace que siga luchando contra todos esos animales que ocasionan muerte en mí y fuera, a mi alrededor.

Hay momentos que he visto claro como he de situarme y comportarme. Muchos momentos en los que me he sentido como en un paraíso del que no quisiera marcharme, y que he disfrutado. Pero tampoco sé bien como expresarlo, como decirlo cuando me preguntan que cuenten los momentos felices de mi vida, que haberlos los ha habido y con creces.

Sí, ya sé que no puedo certificar mi estancia en esos paraísos. Que hay muchos escépticos en la vida, que piensan que no existe y que todo es sopor y congoja, como a veces momentáneamente uno pasa también, y que juran y perjuran que nadie cambia y que la sociedad tampoco, y que todo va a peor. Son como hormiguitas pequeñas que veo arremolinarse en el suelo cuando sentado me pongo a reflexionar, y termino haciéndolas desaparecer porque me están molestando, porque parecen que me van a invadir.

Paraíso. Sueños. Decepciones. Vientos que se llevan y traen. Gente ilusionada y escéptica. Y hormigas que no paran de hacer su montón. De todo eso hay siempre en la vida de uno y en la de los demás. Lo importante es saber escuchar bien lo que pasa y lo que se siente y no caer en el sopor.

miércoles, 24 de octubre de 2007

Los señores de la guerra



LOS SEÑORES DE LA GUERRA

Los señores de la guerra, innoble y atroz,
Continúan con su afán desmedido…
Y se ven niños en el suelo buscando arroz
Que les alimente un poco más la vida.


Rostros cadavéricos esperando la muerte
Emiten sonidos ininteligibles a nuestros oidos…
Ellos saben bien la poca suerte que tienen
Cuando por los bichos sean carcomidos.


A las potencias hermanadas nada les importa,
Aunque la desgracia llegue a su puerta,
Implorando atención para su débil gracia.


Todo esto por petróleo y piedras preciosas,
Del vil metal están las almas muy ociosas,
Saliendo en desfiles lúgubres por las plazas.

Jorge Humberto22/10/07

lunes, 22 de octubre de 2007

Padre Nuestro de la paz



Padre Nuestro de la paz



PADRE que miras por igual a todos tus hijos a quienes ves enfrentados

NUESTRO de todos. De los cerca de 5.000 millones de personas que poblamos la tierra, sea cual sea nuestra edad, color o lugar de nacimiento

QUE ESTAS EN LOS CIELOS y en la tierra, en cada hombre, en los humildes y en los que sufren.

SANTIFICADO SEA TU NOMBRE pero no con el estruendo de las armas si no con el susurro del corazón

VENGA A NOSOTROS TU REINO el de la paz, el del amor. Y aleja de nosotros los reinos de la tiranía y la explotación

HÁGASE TU VOLUNTAD siempre y en todas partes. En el cielo y en la tierra. Que tus deseos no sean obstaculizados por los hijos del poder.

DANOS HOY porque mañana puede ser tarde: "la guerra amenaza y algún loco puede empezarla"

NUESTRO PAN DE CADA DIA que esta amasado con paz, justicia y amor. Aleja de nosotros el pan de la cizaña que siembra envidia y división.

PERDÓNANOS no como nosotros perdonamos, sino como tu perdonas, sin dar lugar al odio.

NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN de almacenar lo que no nos distes, de acumular lo que otros necesitan, de mirar con recelo al de enfrente.

LÍBRANOS DEL MAL QUE NOS AMENAZA: de las armas, del poder, de la sociedad de consumo, de vivir montados en el gasto,

Porque somos muchos , los que queremos vivir en Paz

- Autor desconocido-
- Aporte de Zulma Luján-

jueves, 18 de octubre de 2007

La pobreza no es algo natural



La pobreza no es un fenómeno natural.
La causan los seres humanos y puede ser superada y erradicada gracias a la actuación de esos mismos seres humanos.
Acabar con la pobreza no es un gesto de caridad; es un acto de justicia.
Es proteger un derecho humano fundamental, el derecho a la dignidad y a una vida decente.
Mientras siga habiendo pobreza, no habrá verdadera libertad.


Nelson Mandela

lunes, 15 de octubre de 2007

Los blogs del mundo en favor del Medio Ambiente



Hoy nace el Día de la Acción Bloguera y lo hace con conciencia ecologista.

Redacción (15/10/2007)
Canal Solidario
http://www.canalsolidario.com/web/noticias/noticia/?id_noticia=9134

Un tema, un día, miles de voces. Cualquier idea es buena para defender el entorno juntos y en Red. Hoy 15 de octubre se celebra por primera vez el Día de la Acción Bloguera, una iniciativa mundial que pretende que los blogueros y blogueras de todo el mundo se unan para difundir la idea de la defensa del medio ambiente.


El proyecto, que pretende tener una periodicidad anual, ha nacido de la mano de los bloggers Collis y Cyan Ta'eed y Leo Babauta con la intención de que los internautas de todo el planeta planteen testimonios y proyectos que sirvan para mejorar el futuro y construir un mundo más justo. La primera edición de este año se dedica a la defensa del medio ambiente, pero en el futuro se dedicará a otras causas como la lucha contra las desigualdades, la erradicación de la pobreza, etcétera.


Casi 10.000 blogs se han unido ya a la iniciativa que pretende congregar al mayor número de personas posibles de todos los países del mundo. Los bloggers que deseéis participar en la acción todavía estáis a tiempo. La convocatoria termina hoy a las 14 horas y se puede escoger entre incluir una entrada relacionada con el medio ambiente o donar las ganancias que obtengas ese día por la publicidad de tus banners a una organización ambiental que participe en la iniciativa.
Según el blogger australiano Collis Ta’eed, uno de los impulsores de la jornada, su intención es demostrar el potencial y el poder que tiene la comunidad bloguera, que, a pesar de estar muy dispersa, “constituye una unidad de enorme tamaño y diversidad”. “Uniéndonos todos por un día, podemos ver cuánto podemos conseguir y cuánto nos podemos hacer oír”, añade Ta’eed.


En otras ocasiones la comunidad bloguera ya ha demostrado su poder a la hora de reivindicar derechos humanos o apoyar causas de diversa índole. Recientemente se ha dado, por ejemplo, el caso de la activista de derechos humanos serbia Maja Stojanovic, que gracias a una potente ciberacción de los internautas pudo librarse de ingresar en prisión acusada de unos cargos injustos. Stojanovic fue detenida por colgar carteles en los carteles se instaba a las autoridades serbias a detener y trasladar al presunto criminal de guerra Ratko Mladić al Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia.

En la blogosfera un gran número de bitácoras se ocupan de temáticas relacionadas con el medio ambiente y el ecologismo. La 'Red Hispana de Blogs de Energía y Medio Ambiente', por ejemplo, recoge un buen número de ellos. Pero también hay un buen número de bloggers particulares que muestran su preocupación por el entorno y la ecología a diario. Algunos ejemplos son las bitácoras de 'Jóvenes por la Ecología de Asturias', 'Verdeando' o 'Cambiando el Mundo'.


Algunos de los blogs ecologistas más visitados ya se han sumado a la campaña. "Siempre estaremos abiertos a proyectos que, aunque no sean originales, sirvan para potenciar la conversación y reiterar nuestro compromiso con algunos de los mayores problemas que nos afectan", explican desde 'Mangas verdes'. Este es el caso también de bitácoras como 'La huella digital', 'Ecoblog' o 'Térmicas no, un mundo sin humos'.


¿Qué PueDo HaCer yo?

Únete al Día de la Acción Bloguera y ocúpate del medio ambiente y su problemática durante toda la jornada de hoy. Anima también a tus amigos y compañeros blogueros a sumarse a esta iniciativa. Más información:Día de la Acción BlogueraLee otras noticias sobre ciberactivismo y medio ambiente publicadas en Canal Solidario.

viernes, 12 de octubre de 2007

Vida sin ti



Tarde de movimientos inertes... de silenciosos estruendos... de sentimientos paralizados y congelados hasta que tu calor los derrita... tarde que se hace noche y todavía no anuncia el amanecer del mañana en que te pueda ver... esperas que desesperan... amor que estalla y se contiene en la conveniencia de mitigar el dolor... suspiros que cortan el aire, que roban el poco que hay dentro... sed que no se calma ni con aguas del más puro manantial... extremos deseos, excesos de sueños e ilusiones que se postergan en un mañana incierto... insípida saliva que ha perdido fuerza, que se desperdicia al no tener tu boca... realidades confusas... confusiones claras... presentes convenientes... mañanas impensables... pensables mañanas... canciones sordas si mi voz no puede cantarte al oído... dulce chocolate amargo... samsara evocando en mi nariz por veinte años, perfumando mi alma que guarda su aroma... regalos que ocurren cada cien años luz... luz que ilumina mis cien años de soledad... soledad que se vuelve inspiración de García Márquez... imitación del Maestro sin lograrlo... frases entre puntos suspensivos... suspendido mi corazón a tal punto... punto que punza en la herida... herida de compartirte... hemorragia que no para... remedio sin cura... cura sin instantáneo remedio... costras que caen y sangran otra vez... llagas que cicatrizan... piel que renace... día que se apaga... noche que salva...

Tere García Ahued.

miércoles, 10 de octubre de 2007

Muchas palabras y poco valor



Comienza la semana. Mañana de lunes, de aromas a detergente de ropa, a lavanda que en paños va quitando el polvo de muebles y adornos. Vasos, platos y cubiertos secándose en el trastero. Estufa con cacerolas que regalan todavía más aromas a pimientos, pescado y arroz.

No falta el silbido de aquel campesino que espanta a los cientos de aves que posados en el guayabo de mi jardín, esperan impacientes arrasar con los granos de sorgo en el campo a punto de ser cosechado.
Mañanas de octubre, noches con las lunas más bellas.

Secreta felicidad, mente trazando proyectos. Mujer que cuida su casa mientras va tejiendo sueños. Episodios de " La familia Ingalls ", dejando la moraleja del día. Todo parece ocurrir como siempre, creía que el escenario dentro y fuera de casa sería el mismo como desde hace diez años. De momento, ruidos en la calle me obligan a asomarme por la ventana y veo lo que estaba sucediendo.

El lote de terreno frente a mi casa estaba siendo limpiado de hierba, basura y montículos de rocas. Por las máquinas, personas y movimientos pude percibir lo que vendría. Comenzarán la construcción de una casa. Debía darme gusto porque tendré nuevos vecinos, aunque ahora me pierda del libre espacio y la oportunidad de ver el sol ocultándose en las casas del fondo.

Lo verdaderamente decepcionante ocurrió cuando han llegado a hachazo libre hasta ese hermoso árbol de mezquite. Especie en extinción en México. Frondoso no es porque sus características y ramas con punta de espina, lo hace ideal para sobrevivir en tierra seca. Pero ahí está todavía hoy, mutilado insensiblemente ayer. No tiene cabello blanco, no tiene arrugas, pero el tiempo se ha quedado preservado en su tronco, en sus ramas, en su altura, en su supervivencia solitaria en un extremo olvidado del terreno.

Hoy dejará de ser albergue de aves, por la tarde no lo veré más al asomarme a la ventana. Mañana será convertido en trozos de leña o si apreciando el valor que tiene dicha madera por sus especiales características de dureza, tal vez pueda convertirse en algún resistente y artesanal mueble de mezquite.

Tristemente esto es una realidad, se podan árboles en bosques o porque interfieren con un proyecto arquitectónico. Sin reservas arrancan de la tierra ese pulmón de aire, esa belleza verde tan natural. Qué más da si se extingue, si lo derrumban con insensibles hachazos.

A pesar de todo tuve una satisfacción con un comentario. Al volver con mi hijo del colegio y ver lo que ocurría, se ha entristecido. Me sorprendió cuando habló de lo injusto que era el asunto. Recordó una película con el mismo tema y a un niño protagonista que haciendo huelga trepado en las ramas de un inmenso árbol, consigue que no lo derriben.

Dijo que hará lo mismo con absoluto convencimiento, el inocente no sabe que al volver del colegio será demasiado tarde, pero entonces me pregunto yo ahora que mucho hablo y me quejo si tendría valor para representar a mi hijo en su propuesta, si tendría el valor de impedir que lo derriben del todo.

Al final y después de darle vueltas en la cabeza descubro que no, que termino siendo uno más de ellos. Que es más cómodo no meterse en problemas. Entonces pienso que en el mundo hay mucho que cambiar, pero mucho más desde nosotros mismos, que las cosas ocurrirían de diferente manera si tuviéramos valor, o si fuéramos un tanto como niños.

Tere García Ahued.

martes, 9 de octubre de 2007

En la guagua



Hace tiempo que decidí no usar el coche para ir al trabajo. Tenía que salir de casa antes. Estaba tiempo y tiempo dando vueltas para buscar un aparcamiento. Ahora todo es más fácil. Frente a mi casa pasa la guagua, y dos cuadras por encima de la oficina también. Vengo sentado o de pie. Sin esfuerzo. Si acaso adosado fuertemente al barrote del techo para no caerme en las vueltas. Mirando el mar, las calles, la gente que camina, los coches que pasan, y, muchas veces, pensando en lo que pensarán los demás.


Escuchando otras veces lo que la gente conversa. La parienta que tiene malita y que no sabe si mañana va a seguir viva. Los sueños en encontrar otro puesto de trabajo pues donde está entra a las ocho de la mañana y sale a las 6.30 de la tarde, y casi sin parar. Su cara de hacer poco que está en la ciudad y, sin embargo, estar contenta porque aquí tiene trabajo. Hay uno que casi siempre protesta porque en su parada no hay marquesina donde cobijarse ni banco donde sentarse, a pesar de que ya ha escrito al Ayuntamiento.

A veces llueve, las gotas caen sobre los ventanales de la guagua. Todos vamos pensando la buena mojada que nos espera al bajar. Cuando salimos hacía sol, no estaba el tiempo para agua. Pero, por lo pronto, vamos a cubierto. Las gotas del rocío que se acumulan entre nosotros parecen dibujar a veces como pequeños espejismos, dibujos o imágenes que me recuerdan cosas de la vida.


A horas determinadas son jóvenes u adolescentes. Con enormes mochilas en sus hombros. Cargan allí libros, papeles, lápices. Me pregunto por qué los traen y los llevan todos los días doblando sus columnas. ¿Los usarán por las tardes en sus casas? ¿Por qué no tener un sitio donde dejarlos en el colegio de forma que traigan y vuelvan a llevar solo lo que usan? ¿No habría otros métodos que impidieran que niños de cinco o seis años carguen esas baldas?

A la vuelta con relativa frecuencia coincido con un grupo de adolescentes quinceañeros que salen del colegio. Se van todos a la parte de atrás. No hablan, gritan. Casi siempre a la misma vez. Pero se entienden. Parecen haber leído todos ellos a Charles Bukowsky. Emplean su mismo lenguaje. Sin pudor alguno, como la vida misma. Varios de ellos cuando pasan delante de la iglesia que están en el camino se santiguan.

En ocasiones no escucho nada. La gente entra y sale. Algunos hablan entre sí. Muchos se conocen o nos conocemos ya de hacer el mismo trayecto a la misma hora. Pero vengo abstraído en mis propios pensamientos, dudas u opiniones sobre el día anterior, sobre el día que llega. Y pienso que lo importante es dejarlos fluir sin que se apoderen de mí. Cada día me dirá lo que habré de hacer. ¿Para qué preocuparme del después, si no sabemos sino el ahora? A pesar de ello sigo soñando, no importa la edad ni el momento, y deseando que mis sueños vuelen en el universo y no caigan en el abismo. Que nada quede excluido y se convierta en pura tachadura.

Unas veces cómodamente sentado, otras firmemente agarrado al barrote para no caerme ni molestar a nadie, una guagua da para mucho, y el tiempo, al menos para mí, no es lento. Pasa volando con la gente a mi lado. Igual no conozco a nadie, sino solo de vista, pero no me siento solo. Y mucho menos hoy, que he visto en la acera a una niña que caminaba temprano descalza, con una mochila del cole al hombro, sin compañía alguna, pero como muy segura de a donde iba. Y era solo una niña. Las zapatillas, cosa curiosa, las llevaba colgadas a su hombro.

miércoles, 3 de octubre de 2007

¿Quiénes son los desfavorecidos?






A propósito de esta noticia http://www.canariasahora.es/noticia/12160/ que sale hoy en un periódico canario digital,y que contiene unas declaraciones del Gobierno de Canarias, están hechas las siguientes reflexiones:

¿Quiénes son los desfavorecidos?



“Necesito una señora que atienda a mi madre que no se puede valer por si misma y pueda estar también por las noches en casa”. - ¿Sin horas libres?. “Bueno, podríamos dejarle el domingo libre y nos turnaremos entre los hijos”. - ¿Estará asegurada?. “Por supuesto”.

“Necesitamos un grupo de gente para trabajar en el tomate en la Aldea”. -¿Y si viven en Las Palmas ciudad?. “Buscaremos la forma de rehabilitarles unas barracas para que puedan dormir y vivir con cierta comodidad”.

Son solo dos ejemplos. Situaciones y peticiones similares para otras islas diferentes al lugar donde se precisa el trabajo, haberlas, haylas muchas. Las ofertas ya ni las ponen en el Servicio Canario de Empleo pues saben que no tendrán respuestas. Se dirigen directamente a los colectivos de inmigrantes. A éstos no les importa trasladarse de esta isla a otra distante. Lo importante es trabajar y ganar dinero. Siempre tendrán un salario superior al de su pueblo donde aún sigue su familia. Están acostumbrados a comer arroz todos los días. No necesitan carne ni pescado. Podrán ahorrar y enviar a sus casas. Allí están esperando sus remesas.

A veces los que ofertan este tipo de trabajos con estas condiciones, diferentes a las estipuladas por los convenios vigentes, hablan también de invasiones y de crecimiento desmesurado. Por eso son ambas cosas: hipocresía y xenofobia. No una de las dos.

Analizar el mercado de trabajo ocupado por el colectivo inmigrante nos dará las pautas acerca de por qué la proporción de actividad laboral pudiera ser en momentos coyunturales mayor que la del colectivo autóctono, no tan disponible a movilizarse a otra isla y por supuesto no tan presto a aceptar trabajos de servicio doméstico más allá de las ocho horas diarias. Es lo primero que habría que hacer.

Una vez analizadas y estudiadas detenidamente estas cuestiones, procedamos a la planificación de planes de empleo para todos, para los que vivimos en Canarias y la hacemos posible cada día intentando que las diferencias nos enriquezcan y no nos separen ni nos enfrenten unos contra otros, como si de una gresca a organizar se tratase

No a la muerte




La semana pasada, en la Asamblea General de la ONU, tuvo lugar una reunión ministerial, presidida por Italia y Portugal, para estudiar la eliminación mundial de la pena de muerte. El canciller español Fernando Moratinos expuso la posición del grupo de países abolicionistas y pidió una moratoria universal de las ejecuciones como “un paso importantísimo en el camino hacia la desaparición total” de ese castigo. Los manriquistas apegados a la máxima de que todo tiempo pasado fue menos peor debieran revisar este dato: en tres décadas (de 1977 a 2007) el número de países en los que la pena de muerte ha caído en desuso pasó de 16 a 128: son 89 los que la han prohibido en cualquier circunstancia, otros 10 han limitado ese castigo a situaciones excepcionales (traición en tiempos de guerra, por ejemplo) y 29 no lo han aplicado en la última década.

Ciertamente, en el mundo hay mucha hipocresía sangrienta: se sospecha que en los años setenta del siglo pasado, aunque en Alemania ya no había pena de muerte, la policía la aplicó de hecho y suicidó en sus celdas a los cabecillas de la banda terrorista Baader-Meinhof; a principios de la década siguiente, los servicios secretos de la civilizada Francia perpetraron un atentado terrorista en Nueva Zelanda, en el que murió un foto reportero; en México, en el sexenio de Salinas, centenares de opositores políticos fueron asesinados; y qué decir de Israel, donde la pena máxima no existe de manera oficial, pero cuyas autoridades practican con regularidad, en los organismos de dirigentes palestinos, el arte de la “ejecución extrajudicial”. Ninguna de esas situaciones atenúa, sin embargo, la importancia de una tendencia mundial claramente contraria a la pena de muerte ni eclipsa los avances en la abolición de un ritual vengativo y homicida. Es inadmisible el asesinato de Estado, pero que sea legal resulta, además, grotesco, vergonzoso y agraviante.

En el siglo XII de esta era el judío andaluz Maimónides proclamó que es preferible liberar a un millar de culpables que sentenciar a muerte a un inocente, y desde entonces los cuchillos del Estado han vertido, con justificación legal o sin ella, una cantidad enorme de sangre de inocentes, de culpables y de inimputables. Un punto de viraje importante en la historia del rechazo a la pena de muerte es el momento en que este castigo deviene repugnante no sólo por la posibilidad de que su aplicación sea un error irreparable, sino porque, aun con la certeza absoluta de culpabilidad que reclamaba el filósofo sefardí, privar de la vida a cualquier ser humano, así haya cometido los actos más monstruosos, es una severa derrota para toda la especie y para sus posibilidades de desarrollo.

El sueño fundamental de la civilización, con todo y sus extravíos, consiste en atemperar las pulsiones bioquímicas por medio de normas éticas, legales, diplomáticas, políticas, comerciales, deportivas. Todo el andamiaje de la cultura tiene por propósito evitar que tomen el mando de nuestros actos el lagarto primigenio que llevamos dentro, el gen asesino, la hormona de la depredación, la rapiña, la territorialidad y la venganza. Cada vez que las balas del pelotón se introducen en una caja torácica, que el veneno de la triple inyección penetra en el torrente sanguíneo del ajusticiado, que la soga enloquece de pasión por un cuello, los verdugos degradan a su víctima, se degradan y nos degradan al resto de los humanos, a quienes nos obligan a presenciar nuestra condena a una animalidad empeorada por las virtudes tecnológicas.
Ninguna causa y ningún paradigma –la democracia, el socialismo, o esa mezcla pekinesa de dictadura comunista con mercado salvaje– aportan corrección a la barbarie. No hay argumento jurídico ni de seguridad pública capaz de hacer pertinente el asesinato. Ninguna soberanía nacional –ni la estadounidense, ni la cubana, ni la china, ni ninguna otra– justifica la preservación de los cadalsos, porque los países son sistemas de convivencia, no rastros ni criaderos de cocodrilos hambrientos de las vísceras del congénere. Los países matones tienen que saber que son motivo de vergüenza mundial, de repudio generalizado, de asco inmediato y palpable. Sólo así será posible amarrarles las manos a los verdugos, desde Teherán hasta Texas.