El hombre busca la paz y no la encuentra
Atraviesa montañas y llanuras,
eleva su vuelo surcando espacios,
cruza mares inmensos y la paz no está allí.
La busca en el silencio de la noche.
en la quietud de los campos,
en el perfume de las flores,
en el canto de las aves,
en el murmullo del agua
y allí tampoco está la paz.
¿Dónde está la paz prosa obligada de poetas,
letra de escritores,
jaculatoria y plegaria,
música y canto.?
¿Estará escondida detrás de alguna ruina
para permanecer en el tiempo y el espacio?.
Ahora el hombre construye edificios
donde fuertes rejas lo protejan
y allí quiere encontrar la paz,
pero la paz no entra allí.
Abre caminos, calles y carreteras
por donde cada día sale en busca de esa paz
y regresa solo y confundido,
en ningún lugar pudo encontrar la paz.
Pero un día reflexiona,
mira dentro de sí
y allí serena y tranquila está LA PAZ,
que tanto ha buscado
y junto a ella el amor
a tolerancia, la fraternidad, la armonía y la tranquilidad.
Esa paz que el hombre encontró,
hace que los pueblos se toleren
y que el mundo marche al ritmo de la hermandad y la unión.
Entonces los edificios se vuelven hogares,
que son santuarios de paz y de amor.
Por los caminos van hombres de paz,
por las calles se saludan con un abrazo de paz
y van por las carreteras llevando el canto de la paz.
Si cada hombre buscara dentro de sí su propia paz
se acabarían las guerras,
se escucharía al hermano,
se comprendería al vecino
y daríamos la mano al forastero.
Así veríamos al sol brillar con más intensidad
porque la paz también tiene luz propia.
Nelly Guerrero
Atraviesa montañas y llanuras,
eleva su vuelo surcando espacios,
cruza mares inmensos y la paz no está allí.
La busca en el silencio de la noche.
en la quietud de los campos,
en el perfume de las flores,
en el canto de las aves,
en el murmullo del agua
y allí tampoco está la paz.
¿Dónde está la paz prosa obligada de poetas,
letra de escritores,
jaculatoria y plegaria,
música y canto.?
¿Estará escondida detrás de alguna ruina
para permanecer en el tiempo y el espacio?.
Ahora el hombre construye edificios
donde fuertes rejas lo protejan
y allí quiere encontrar la paz,
pero la paz no entra allí.
Abre caminos, calles y carreteras
por donde cada día sale en busca de esa paz
y regresa solo y confundido,
en ningún lugar pudo encontrar la paz.
Pero un día reflexiona,
mira dentro de sí
y allí serena y tranquila está LA PAZ,
que tanto ha buscado
y junto a ella el amor
a tolerancia, la fraternidad, la armonía y la tranquilidad.
Esa paz que el hombre encontró,
hace que los pueblos se toleren
y que el mundo marche al ritmo de la hermandad y la unión.
Entonces los edificios se vuelven hogares,
que son santuarios de paz y de amor.
Por los caminos van hombres de paz,
por las calles se saludan con un abrazo de paz
y van por las carreteras llevando el canto de la paz.
Si cada hombre buscara dentro de sí su propia paz
se acabarían las guerras,
se escucharía al hermano,
se comprendería al vecino
y daríamos la mano al forastero.
Así veríamos al sol brillar con más intensidad
porque la paz también tiene luz propia.
Nelly Guerrero