Una curiosidad para reflexionar
Hoy tuve el tiempo suficiente para satisfacer una curiosidad, y no
es que me guste entrar en la vida de mis vecinos; jamás lo haría si no es para tenderles la mano, para estar allí en los momentos que me necesitan, ellos saben de mi gran estima y consideración.
Pero les hablaba de una curiosidad que luego les servirá y nos servirá para reflexionar…
Muy tempranito me ubiqué en mi balcón con el pretexto de regar las macetas, y lo hacía solo porque esos momentos quería ver como era la salida de mis vecinos más cercanos.
Salió el primero, casi que terminándose de vestir, abrochando su camisa, arreglando su correa y un poco más adelante amarrando sus zapatos. Sus niños le gritaban despidiéndose y él con su afán no los oía, pienso que hoy su despertador no cumplió su cometido o tal vez le colocó la mano para callarlo en su afán de dormir un poco más. A mi vecino le falta planificar el tiempo para lograr la puntualidad, que es un valor que se construye con el esfuerzo.
El otro vecino cuando fue a prender su carro, este no funcionó y frente a sus niños a quienes debía llevar al colegio antes de su trabajo, vociferó la colección más grande de palabras que en mi vida había oído, luego dijo:¡que vida la que tengo!, sin pensar que tiene la vida que quiere pues de nosotros depende como la queremos llevar, quizá no se ha detenido a oír su voz interior porque allí dentro de nosotros mismos está la verdadera vida. Es posible que a mi vecino le falte Serenidad, para conservar la calma cuando tenemos que enfrentar los pequeños obstáculos que se nos presentan cada día.
Luego sale mi vecina de punta en blanco, con su cartera y su estuche de maquillaje en la mano, da un portazo con la rapidez del rayo, y se sienta frente al volante a maquillarse durante un tiempo largo, y yo me pregunto, ¿no seria mejor que lo hiciese en su cuarto, cómodamente sentada frente a la peinadora para que los trazos salgan perfectos y los colores armoniosamente repartidos, y no esté expuesta a la curiosidad de los que pasan a su lado?,pero a ella le falta prudencia que es la que nos enseña a conservar la compostura.
Ahora viene mi último vecino, se despide de su esposa desde el carro diciéndole, hasta la noche, sabes que me voy a buscar la vida . Y me pregunto ¿y a este se le había perdido la vida? pensé...que fuerte ¿verdad?. No podía buscarla porque la vida está allí, en su respirar, en el latir del corazón, en sus deseos, es ese don, ese regalo, el regalo más importante y más hermoso, con el que nos despertamos cada mañana sin acordarnos muchas veces de agradecer. Con cuanta razón Khalil Gibrán nos dice 'El hombre lucha por encontrar vida fuera de él, sin darse cuenta de que la vida que busca está en su interior'. A mi último vecino le faltaba pienso yo que objetividad para ver la vida como es, para conocerse.
Hoy tuve el tiempo suficiente para satisfacer una curiosidad, y no
es que me guste entrar en la vida de mis vecinos; jamás lo haría si no es para tenderles la mano, para estar allí en los momentos que me necesitan, ellos saben de mi gran estima y consideración.
Pero les hablaba de una curiosidad que luego les servirá y nos servirá para reflexionar…
Muy tempranito me ubiqué en mi balcón con el pretexto de regar las macetas, y lo hacía solo porque esos momentos quería ver como era la salida de mis vecinos más cercanos.
Salió el primero, casi que terminándose de vestir, abrochando su camisa, arreglando su correa y un poco más adelante amarrando sus zapatos. Sus niños le gritaban despidiéndose y él con su afán no los oía, pienso que hoy su despertador no cumplió su cometido o tal vez le colocó la mano para callarlo en su afán de dormir un poco más. A mi vecino le falta planificar el tiempo para lograr la puntualidad, que es un valor que se construye con el esfuerzo.
El otro vecino cuando fue a prender su carro, este no funcionó y frente a sus niños a quienes debía llevar al colegio antes de su trabajo, vociferó la colección más grande de palabras que en mi vida había oído, luego dijo:¡que vida la que tengo!, sin pensar que tiene la vida que quiere pues de nosotros depende como la queremos llevar, quizá no se ha detenido a oír su voz interior porque allí dentro de nosotros mismos está la verdadera vida. Es posible que a mi vecino le falte Serenidad, para conservar la calma cuando tenemos que enfrentar los pequeños obstáculos que se nos presentan cada día.
Luego sale mi vecina de punta en blanco, con su cartera y su estuche de maquillaje en la mano, da un portazo con la rapidez del rayo, y se sienta frente al volante a maquillarse durante un tiempo largo, y yo me pregunto, ¿no seria mejor que lo hiciese en su cuarto, cómodamente sentada frente a la peinadora para que los trazos salgan perfectos y los colores armoniosamente repartidos, y no esté expuesta a la curiosidad de los que pasan a su lado?,pero a ella le falta prudencia que es la que nos enseña a conservar la compostura.
Ahora viene mi último vecino, se despide de su esposa desde el carro diciéndole, hasta la noche, sabes que me voy a buscar la vida . Y me pregunto ¿y a este se le había perdido la vida? pensé...que fuerte ¿verdad?. No podía buscarla porque la vida está allí, en su respirar, en el latir del corazón, en sus deseos, es ese don, ese regalo, el regalo más importante y más hermoso, con el que nos despertamos cada mañana sin acordarnos muchas veces de agradecer. Con cuanta razón Khalil Gibrán nos dice 'El hombre lucha por encontrar vida fuera de él, sin darse cuenta de que la vida que busca está en su interior'. A mi último vecino le faltaba pienso yo que objetividad para ver la vida como es, para conocerse.
Quizá a mi me falta también prudencia, pero pienso que de esta observación nos puede quedar algo: la vida es una sola... entonces si nos organizamos, planificamos el tiempo para tener puntualidad, tenemos serenidad, somos prudentes en nuestra forma de actuar y somos objetivos, podemos lograr una vida plena de satisfacciones, sin tantos afanes que nos hacen dejar de lado las cosas importantes de la vida.
Nelly Guerrero
11 comentarios:
Nelly,maravilloso verte.
Me encanta iniciar así la semana,hoy con
una importante reflexión que nos muestra los afanes de la vida y esa
manera poco ordenada de llevarla
y por lo que muchas veces dejamos de vivir esas cosas importantes de nuestra vida.
Me has hecho que me ponga evaluar mis aciertos y corregir los errores.
Siempre admirandote
Un
beso
Pedro Luis
Nelly, no eres mi vecina,pero parece que lo fueras porque me siento retratada en la tuya.
Se ve mal...y te aseguro que estoy de acuerdo contigo en lo que dices,
me siento tan aludida que te prometo hacerlo frente a mi peinadora,nadie antes me había hecho esta observación...Oye,si tengo el tiempo para sentarme en mi auto...entonces??????1Son malas costumbres.
Gracias hoy me has regalado una enseñanza.
Abrazos
Cilmar de Puerto Ordaz.
Que puedo decirte hoy...
que eres una periodista de lo más certera en tus opiniones,aceptaria tus críticas porque van acompañadas de enseñanza.
Como tu vecino tendría que andar
derechito,pero feliz de serlo.
Como cada día trae sus propios afanes de la mañana a la tarde debo hacerlo todo bien.
Que hermosa tu apreciación de la vida,esa manera de presentar lo que piensas me encanta,cuando dices...y ¿a ese se le perdió la vida? pienso que es verdad andamos buscando vida y está en nosotros.
No olvides que te leo
Un beso
Jorge Suriol
Excelente crítica constructiva de la Autora, la cual es real en la vida también real de muchos. En algunos aspectos me incluyo y tomo la posta de saber y tratar de no tener, a veces, esa impulsividad que nos hace sentir mal a uno mismo y a quienes están dentro de nuestro entorno.
Gracias Nelly.
Miguel
Guauuuuuuuu,y pensar que hoy de mañana mi auto no funcionaba y de verdad que como tu lo describes uno se
sale de sus casillas ,con la diferencia que no tenia quien me escuchara mi colección de palabras¡¡¡¡!!!
Ahora cuando me pase me acordaré de ti.......TE LO PROMETO.
Abrazos
Jose
Es poco delicado lo que hace tu vecina al salir a maquillarse en su auto,pero tambien las he visto
en los semáforos,al echar combustible a su auto o simplemente
en cualquier cola no desperdician
el momento para retocarse,de verdad que es imprudencia y de muy mal gusto si ellas son sinónimo de
delicadeza y buen gusto.Me perdonan
las respetables damas que me lean,pero hace mucho queria comentar sobre este punto y no habia tenido la oportunidad.
Gracias a la escritora por darmela.
Mis respetos
Don Luis
Cuanta razón hay en tu observación Nelly te cuento que a mi me ha pasado regando la parte delantera de mi casa donde hay un pequeño hardín, cuando de golpe se escuchan critos e insultos de una casa frente a la mía un poco más corrida a la derecha, allí vive un matrimonio jóven con una pequeña de cuatro años, irrreproducible los insultos, ahoa ¿ los padre no piensasn en ese ser que se está formando..... no que va son peor que bestias, hay muchas personas que no piensan en lo sencillo que es la armonía y la paz si nos detenemos a escucharnos.
Te felicito Nelly, excelente reflexión.
María Ofelia ( Argentina )
Ufffffffff parece que me has tirado de las orejas porque la verdad a mi
me falta SERENIDAD¡!¡! pierdo con mucha facilidad la paciencia y me parezco a ese vecino tuyo que se desespera.
Un beso
José Luis
Querida Nelly,siempre ando dando vueltas por tu blog para leerte,
y hoy me pareció genial tu reflexión,y como vi que una vecina tuya tiene el mismo problema de mi madre,se lo hice leer pero aún me estoy riendo cuando me dice:¿y cuando me vió ella?
Me encanta esa forma como observas la vida.
FELICIDADES
Un abrazo
Ruth
Nelly
Por Ruth llegué a ti,me gusta
como narras.
Retratas el caso de mi esposo
con tanta realidad que casi que digo como la mamá de Ruth y¿Cuándo
veria salir a mi marido al trabajo?
Que bonito y que buen llamado a la reflexión.
ENHORABUENA¡!¡!
Claudia
¡Qué bueno! parece que no perdí el tiempo regando mis macetas.
José Ignacio ,claro que los vecinos apesar
de tanto ajetreo buscan un tiempo para compartir conmigo,pero...no sé si ahora después de haberles desnudado el alma me sigan regalando
ese tiempo...ojala que sí.
Gracias por tu comentario.
Abrazos
Pedro tambien maravilloso verte a tí,siempre
consecuente para leerme.
Que bueno que haya servido para evaluar tus aciertos y corregir tus errores.
Abrazos.
Cilmar
Me encanta que mi observación te hubiese llegado como una enseñanza.
Abrazos
Jorge
Con esta periodista como vecina no te quedaría
otra alternativa sino andar derechito.
Gracias por leerme
Abrazos
Miguel Angel
Me encantó verte.
Es verdad hay realidad en mi observación constructiva,que por los comentarios me parece común a muchos.
Gracias por entrar
Un abrazo
Jose
No estés muy confiado que nadie oye tu colección de palabras.
Recuerda aquello de que las paredes tienen oidos.
Gracias y un abrazo
Don Luis
Parece que sin querer te dí la oportunidad de que nos llames la atención.
Que bueno que nos visites
Abrazos
María Ofelia
Que gusto verte,muy acertado
tu comentario.
Me imagino lo que sientes al oir esos insultos
frente a la pequeña.
Abrazos
José Luis
No era mi intención,pero si reconoces
que te pareces a mi vecino es acertado el tirón de orejas.
Agradezco tu comentario
Abrazos.
Hola Ruth
Lograste que tu mamá se pusiese la mano en el corazón.
Abrazos para ella y para tí.
Claudia
Gracias por entrar al blog y comentar.
Parece que sin querer hice el retrato a muchos.
Abrazos
Cuando la Observación Constructiva es recibida como tal,sentimos que hemos aportado un pequeño regalo a la vida.
Mil gracias para todos
Nelly
Publicar un comentario