martes, 12 de febrero de 2008

Nueva actitud femenina ante el fútbol



Toda aquella mujer que de naturaleza no sea fanática de algún equipo de fútbol, habrá sufrido los estragos de ser la hija, madre, esposa, hermana o amiga de uno o más miembros en la familia a los que envuelve este deporte. Podemos ponernos dos dedos en los oídos ante el masculino grito que aclama un gol, o unirnos más que por empatía, por integrarnos a ellos como familia en casa.

Si bien hay muchos sitios en que ante grandes pantallas, bebida, comida y amigos resulta más interesante mirar un partido, es aquí donde las mujeres podemos ser imanes altamente atrayentes, disponiendo en casa un ambiente favorable para disfrutar de este deporte. Dificilmente podrá interesarnos si nunca antes nos ha gustado, pero debemos tomar una nueva actitud que nos permita convivir incluso en esos momentos.

Dispongamos entonces de ricos aperitivos, confortables sillones y todo eso que integrará la mezcla perfecta de elementos para que sea posible. Escribo esto y debería predicar con el ejemplo, estoy en el intento. Requiere de cierto esfuerzo y disposición. He citado el fútbol como fenómeno masivo, pero siempre habrá algún motivo para acercarnos a los que queremos a través de sus gustos e intereses.

Pasamos la vida omitiendo estos detalles y cuando nos damos cuenta encontramos un abismo con los que nos rodean. No hemos valorado lo importante que es conocer a otros cuando podemos mirarlos en esas áreas especiales de sus vidas, personalidades, posibilidades. Cuestión de actitud y de dar lo que poseemos.

Ceder no significará sacrificio, pues a medida que estemos presentes en los eventos de unos y otros, descubriremos grandes sorpresas, pues nada hay mejor que acompañar y sentirse acompañado cuando una pasión nos mueve, llamada incluso fútbol.

Tere García Ahued.

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