viernes, 15 de febrero de 2008

Las buenas costumbres



Autor: JOSÉ ANTONIO YOUNIS

¿Qué les parece la propuesta del PP en relación a la firma por parte de los inmigrantes de un Contrato de Cumplimiento de Buenas Costumbres?

Para mí es una muestra más de cómo algunos políticos utilizan el tema de la inmigración para intentar conseguir votos, sin medir las consecuencias de lo que dicen. O sea, al inmigrante se le exige más que a un nacional, teniendo que estar demostrando continuamente que es perfecto y más español que nadie. ¿Van a hacer firmar dicho contrato también a los futbolistas extranjeros que fichan los clubes españoles y que al poco tiempo de llegar ya tienen la nacionalidad española? Y a los europeos de turismo residencial que después de tantos años viviendo en España no saben el idioma, ocultos en urbanizaciones privadas con sus costumbres, supermercados e iglesias propias, ¿se les eximirá de hacer la reválida de las buenas costumbres españolas?

Además me hago otra pregunta... ¿Y a qué costumbres españolas se referirá el PaPa Rajoy? Vivo en España, de acuerdo, y aquí es costumbre montar manifestaciones y concentraciones para conseguir que el Gobierno homologue a los profesores, resuelva el conflicto de las urgencias y los recursos humanos de la organización asistencial sanitaria? Y no les digo nada de la costumbre de mi madre de tomar una copita de vino con cerveza sin alcohol antes de las comidas.

Además de además, la costumbre de los obispos de montar el pollo en clara confrontación contra las políticas de igualdad de derechos, ¿entra dentro de las sanas costumbres españolas? Si los obispos han sido malcriados por el PSOE y ahora le sacan los ojos, como decía Llamazares ("cría obispos y te sacarán los ojos"), también los inmigrantes podrían asumir como españolísimo atacar al Gobierno porque no realiza una verdadera política de igualdad de derechos con ellos.

¿Dice Mariano que es para facilitar la integración social de los inmigrantes? Por lo que veo, integración social no significa todos iguales ante la ley o reducir la desigualdad social y las injusticias socioeconómicas, sino demostración de acendrado españolismo. ¿Se refiere Rajoy a ese comportamiento de la Iglesia de los obispos que movilizó directamente a los movimientos neocatecumenales y carismáticos -es decir, las sectas- las que se articulan hoy a nivel popular del nacional-catolicismo español en las parroquias? Entonces, las asociaciones de inmigrantes se podrían manifestar, costumbre de acendrado españolismo, por la familia, sus familias, que no pueden reunir sino con muchas trabas y sufrimiento.

Los sectores más militantes de la derecha social, disipadas ya las influencias de la Iglesia de base más progresista nacida de la Transición, se han vuelto el bastión del fundamentalismo religioso católico que más ha contribuido a la fractura social.

Pero Mariano insiste en que se trata de facilitar la integración social, exigida por los mismos que durante tantos años de la historia de España, junto a la Iglesia franquista de este país, cogidos de la mano (se les ve por el jardín de España, hey) hicieron más por la fractura social que por la integración de los españoles.

Además de los ademases, ya el entonces ministro franquista Ricardo de la Cierva dijo en 1967 que los guanches adaptaron a su brava fidelidad castellana la elegancia soñadora y serena de los guanches y que se sintieron, frente a los desiertos africanos, tan españoles como cualquiera de los pueblos de la Península. Que yo recuerde, no pasamos ningún examen ni hubo firma de Contrato de Cumplimiento de Buenas Costumbres.

Bastaba bautizarse y ponerle un nombre castellano al infiel, pero mejor me callo porque les estoy dando ideas y, tan brutos que son, no vaya a ser que se animen a una segunda reconquista: la reconquista de las buenas costumbres españolas. En fin, falta un mes para las elecciones, esto es solamente el principio.


Fuente: http://www.laprovincia.es/secciones/noticia.jsp?pRef=1698_2_131043__Articulos-BUENAS-COSTUMBRES

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