miércoles, 8 de agosto de 2007

Limpieza al armario



Tomamos la decisión de hacerlo un día en que tenemos tiempo y ánimo, y de momento nos vemos en medio de la limpieza del armario. No sabemos cómo es que se nos ha ocurrido, pero ya estamos en ello y debemos terminarlo.


La experiencia se convierte en una evocación de recuerdos. Refrescan la memoria aquellas chaquetas talla pequeña que ya no nos quedan y de las que no podemos desprendernos. Si hacemos con papel y lápiz en mano la cuenta de los años en que les hemos negado que salgan del perchero, sorprendidos pensaremos cuán rápido ha pasado el tiempo sin enterarnos.


Al vaciar el armario, encontramos memorias personales, y pueden ser tan grandiosas como las memorias de un ático, de un antiguo cofrecito de madera muy bien asegurado con candado o aquel diario secreto que celosamente guardamos.


Encontraremos aromas nuestros y de otros. Libros que siguen oliendo a nuevo y la mitad de las entradas al teatro o al cine en un papel por demás viejo. Estarán las guardadas y justificadas anotaciones en pequeñas hojitas o servilletas.


Mucho trabajo por resolver, demasiado que valorar si debe ser arrojado al cesto de basura o si puede permanecer como recuerdo otro tanto. Aparecerá cualquier motivo que nos recuerde a los amigos, a los vivos y a los muertos. Y en cada elemento que por turnos se queda en nuestras manos, surgen reflexiones. Por esto es que ordenar un armario requiere de tanto tiempo.


Buenos y malos tiempos, objetos que nos recuerdan a los amigos de ocasión o circunstancias temporales. Nadie es indispensable, pero todos somos insustituibles. Cada persona en nuestro camino nos deja una enseñanza. Durante un plácido vuelo, siempre hubo detrás un impulso al motor.


Y seguimos escarbando en el armario, y nos preguntamos si habremos dejado huella en otros. Si nos guardan en la memoria o si como aquellas abuelas de antaño, en camafeos sobre su pecho, atesoraban los cabellos de los que amaban. Pensaremos si alguien guarda también algo nuestro.


Voluntaria e involuntariamente somos una marca en la vida de otros, y repentinamente con tanto fuera del armario, nos pasan como cinta cinematográfica cada uno de los momentos que dichas cosas evocan.


Pero todo tiene un objetivo. Preservar lo que merezca seguir guardado como recuerdo. Deshacernos del polvo y de objetos innecesarios, pero sobretodo valorar y hacer balance de lo que nos sirve en el presente. Acumular hace más pesada la fluidez dentro del armario, no permite saber con claridad lo que tenemos y en verdad utilizamos.


Aplicando esto a nuestra vida, de la misma manera que con el armario, debemos liberar, limpiar y tirar todo aquello que nos hace difícil caminar con una carga pesada e inútil. Atesoremos los buenos momentos, aprendamos de los malos, pero no nos dejemos basura mental que se acumula hasta que se nos desborda sin darnos cuenta.


Tomarnos el tiempo y el cuidado para realizar una limpieza mental y espiritual, puede parecer caótica durante el proceso, pero liberadora al terminar. Dejemos solo nuestros talentos e intenciones presentes. Espacios libres para acumular proyectos, amigos, seres queridos y sueños, pero nada más.


Y aplaudiendo de pie la frase trillada que conocemos: " renovarse o morir ", me decido por fin a dar paso a los aromas nuevos. Y una vez hecha esta tarea será más fácil, digo yo, seguir con la limpieza de los armarios de la sociedad.
Tere García Ahued

3 comentarios:

juana velazquez dijo...

hola Tere, me permites agregar esto? lo he tomado sobre el feng sui. espero no te moleste.Deshacerte de lo que no te gusta o no te resulta util es una buena manera de crear espacios para tener claridad y dar cabida a las cosas buenas que deben llegar.Da aquello que no quieres a otros,a quienes pueda ser útil. El tao dice que si queremos abundancia primero debemos crear el espacio para que entre.Si tenemos los cajones llenos de cosas que no usamos,siempre habra una energia estancada y ademas no tendremos sitio para lo que verdaderamente deseamos.Tampoco debes tener la casa saturada o tan llena de cosas que se haga dificil moverse,porque la energia tendera a estancarse.Si bloqueas el chi con exceso de muebles o demasaidas aristas puede haber problemas conyugales o financieros. CREA TU PROPIO MUNDO
esta es la regla de oro:lo mejkor esrodearse de las cosas que uno ama,de su propio mundo.Una concha especial recogida en la playa ,una piedra del monte,un regalo que nos hicieron en una ocasion especial ...el valor que les damos a las cosas no puede superaarlo ninguna regla.Asi que procura rodearte de las cosas que para ti tiene un autentico valor o sean estimulantes y descarta aquellas que no te gustan o te den malas vibraciones.En el feng sui hay que ir probando las cosas poco a poco y ,si algo funciona o nos gusta ,lo dejamos,en caso contrario, lo cambiamos.
Nada mejor que dejarnos fluir y como nos sentimos en cada situación:por eso no conviene hacer muchos cambios a la vez,sino hacerlo gradualmente. Espero haber aportado algo un beso y saludos

A.Quintana dijo...

Gracias, Juana. Vaya que sí, que si has aportado algo. Si quieres te invitamos a que aportes una o dos reflexiones sobre el feng sui, que puedan ser inteligibles por los mortales que no entendemos nada del mismo, y compartirla con el resto de la aldea global que de vez en cuando viene por esta casa. ¿La esperamos? Puedes enviarla a arosqui@telefonica.net
Saludos, A. Quintana

Anónimo dijo...

Esto es lo primero que leí por que el título es un gancho.
Estar leyendo esta pagina de la internet me ha parecido bueno por que me identifico con mucho de lo que aqui escriben.
Aquí tere pasa de limpiar un armario, hasta compararlo con la vida y yo tambien asi lo veo.
Los felicito, muy buena pagina.