No, no voy a hablar de ti personalmente. Necesitaría un balcón amplio con buenas vistas al mar. Como no lo tengo, intento ordenar las fichas del dominó, para que ninguna se quede fuera de la caja, de manera que cuando juegue con mi nieto no falte alguna. De todas maneras da igual como las ordene. Cuando juego con él, siempre me gana. La derrota por mi parte está garantizada. Mi victoria es verlo saltando de alegría, gritando “campeón, campeón”.
¿Para qué, pues, hablar de ti? Mejor hablemos de los dolores no del parto sino del paro. Cada vez más son este país, no, más bien en este mundo. Hace estar a muchos en vigilia. Es la realidad de cada día. Para hablar de ti necesitaría versos que no sé componer. Mejor hablar de sueños militares, de aquellos que van a otras tierras dicen que en misión humanitaria, y vuelven dormidos para siempre a sus casas. Mejor hablar de Bush, que se metió en Afganistán y en Irak, y llevamos años, y llevamos muertos, y llevamos descalabros y no ha solucionado nada. Mejor hablar de Obama que lo tiene difícil para comenzar a hacer algún que otro milagro. Siempre, sin darnos cuenta, terminamos haciendo referencia al Tío Sam, a quien deseo se libre de gorilas esperpénticos que enseñando sus fauces no le han dado buenos consejos.
No, no quiero hablar de ti, porque no soy poeta. Y así, quejándome de ello, he hablado de otras cosas que no son poemas, o sí. Son el poema de cada día.
¿Para qué, pues, hablar de ti? Mejor hablemos de los dolores no del parto sino del paro. Cada vez más son este país, no, más bien en este mundo. Hace estar a muchos en vigilia. Es la realidad de cada día. Para hablar de ti necesitaría versos que no sé componer. Mejor hablar de sueños militares, de aquellos que van a otras tierras dicen que en misión humanitaria, y vuelven dormidos para siempre a sus casas. Mejor hablar de Bush, que se metió en Afganistán y en Irak, y llevamos años, y llevamos muertos, y llevamos descalabros y no ha solucionado nada. Mejor hablar de Obama que lo tiene difícil para comenzar a hacer algún que otro milagro. Siempre, sin darnos cuenta, terminamos haciendo referencia al Tío Sam, a quien deseo se libre de gorilas esperpénticos que enseñando sus fauces no le han dado buenos consejos.
No, no quiero hablar de ti, porque no soy poeta. Y así, quejándome de ello, he hablado de otras cosas que no son poemas, o sí. Son el poema de cada día.
7 comentarios:
Recién llego y me he quedado impresionada por tu texto Volveré porque vale la pena leerte
Gracias, amigo:
Sin hablar de nadie, hablas a todos de todo, y como los poetas, tocas el alma de cada uno
Gracias.
MARIA CONSUELO
Describes el poema de cada día:
en el juego con tu nieto a quien seguro dejas ganar para que la victoria haga inflar sus pulmones y
grite de alegría,porque esa alegría es tu mayor recompensa.
...y los paros,protestas justificadas aunque se vean injustificables a los ojos de muchos.
Los sueños militares que se quedaron solo en eso.
...y lo que hizo Bush...que duele a los que miramos en el otro a nuestro hermano,y lo que esperamos de Obama...
Todo es un poema al fín,triste o alegre es el poema de la vida.
Abrazos
Nelly
Hablas un poco del día a día,
esta vida está formada de momentos
que quisieramos fueran siempre felices como jugar con el nieto
o ver la llegada del soldado que
cumplió su misión y vuelve sano y salvo.
Anthony
¿Y porque no hablas de mi?...lo prefiero a esos paros que a nada llegan,ni hablar de Obama que tendrá que convertirse en un mago,
para arreglar lo que se hecho a perder.
Besos
Marián
Mejor no hablés de mi,seguí hablando de todas esas cosas que al final son las que hacen el día a día,y cuando ya hayas hablado de todo,si te queda tiempo hablá de mi.
Un beso
Cilmar
Armando, amigo. Me encantó imaginar una mesa, las fichas de dominó y los gritos de júbilo de tu nieto al ganarte. Ese ambiente y espacio cálido me gusta más que pensar en todo lo demás que has citado, pero no por evadir algo que importa mundialmente, sino porque muchas veces, en una mañana fría como esta, prefiero aferrarme a las cosas buenas que están llenas de sentimientos personales.
Gracias por compartir tus pensamientos de esta manera.
Un abrazo.
Tere.
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