DE RECUERDOS.
Nuestra vida es un cofre
y en el vamos guardando,
uno a uno recuerdos de
de lo que hemos vivido.
La primera mirada,
lo suave de las manos que nos acariciaron,
la canción de cuna
que rimó a nuestro oído.
Los juguetes, los cuentos
el primer cumpleaños,
el calor del hogar
la autoridad del padre.
El aula, los amigos
la campana que ansiosa nos llamaba al receso
La fé, la esperanza, también la caridad.
Luego esos recuerdos tomaron
mayor fuerza.
Allí estaba el pasillo de la Universidad,
los libros, los amigos, los paseos y las fiestas.
Y junto al libro abierto
los ojos que miraban, robando sin aviso
la paz del corazón.
Una promesa eterna
uniría nuestras vidas, selladas para siempre
con el mas bello amor.
Vienen luego los hijos y se llena hasta el borde
porque llegan los nietos y con sus travesuras
lo hacen rebosar.
Pero hay recuerdos tristes que pesan mucho más,
y recuerdos amargos difícil de olvidar.
El cofre de la vida ya lleno por completo,
en un rincón solito se sienta a descansar.
Si en un momento dado los recuerdos nos llegan
hay que aceptar que forman
el diario trajinar.
Tal vez buenos o malos
pero al fin son recuerdos
y los recuerdos nunca se pueden olvidar.
El cofre de la vida
se llena de recuerdos...
Nelly Guerrero
Nuestra vida es un cofre
y en el vamos guardando,
uno a uno recuerdos de
de lo que hemos vivido.
La primera mirada,
lo suave de las manos que nos acariciaron,
la canción de cuna
que rimó a nuestro oído.
Los juguetes, los cuentos
el primer cumpleaños,
el calor del hogar
la autoridad del padre.
El aula, los amigos
la campana que ansiosa nos llamaba al receso
La fé, la esperanza, también la caridad.
Luego esos recuerdos tomaron
mayor fuerza.
Allí estaba el pasillo de la Universidad,
los libros, los amigos, los paseos y las fiestas.
Y junto al libro abierto
los ojos que miraban, robando sin aviso
la paz del corazón.
Una promesa eterna
uniría nuestras vidas, selladas para siempre
con el mas bello amor.
Vienen luego los hijos y se llena hasta el borde
porque llegan los nietos y con sus travesuras
lo hacen rebosar.
Pero hay recuerdos tristes que pesan mucho más,
y recuerdos amargos difícil de olvidar.
El cofre de la vida ya lleno por completo,
en un rincón solito se sienta a descansar.
Si en un momento dado los recuerdos nos llegan
hay que aceptar que forman
el diario trajinar.
Tal vez buenos o malos
pero al fin son recuerdos
y los recuerdos nunca se pueden olvidar.
El cofre de la vida
se llena de recuerdos...
Nelly Guerrero
2 comentarios:
Lindo poema,has guardado muchos recuerdos.
Y como se hace para no guardar
los recuerdos malos.
Me gustaría saberlo.
Pedro Luis
Pedro Luis
Si,tambien hay que guardar los recuerdos malos,pero muy bien guardados allá en el fondo del cofre,donde no puedan salir.
Y si algún día se te escapa alguno hay que asumirlo y volverlo a guardar,pero eso está en tí no los llames.
Gracias por tus bonitas palabras.
Nelly
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