lunes, 4 de agosto de 2008

Señales de hoy



Puede que sea el cansancio, puede que sea el verano, puede que sea ver cómo casi todo el mundo anda de vacaciones, pero me cuesta escribir algo, me cuesta hasta pensar. Quisiera que mi mente se dedicara a divagar, casi como a soñar, pero sin titiritar, sin silencios vacíos y con muchos silencios llenos que abarquen abrazos, conversaciones, encuentros, etapas felices de amistad, de luchas y de esfuerzos juveniles que rubricaron casi siempre en festivales gozosos donde todos nos alegrábamos y compartíamos. Hoy parecen ser otros tiempos, donde cada uno tira por su rincón y la música sale de instrumentos que parecen mudos. Necesito también la serenidad que brota de los templos, la que un día palpé, y no la modorra que hoy percibo o las llamadas a una guerra contra todo lo que suene a modernidad

3 comentarios:

José Ignacio Lacucebe dijo...

Nostalgia producida por el verano.
Cuando pensamos que cualquier tiempo pasado fue mejor.
Cuando los recuerdos adquieren más fuerza que el presente.
No te preocupes, es pasajero, en el momento más inpensable aparece un colega de aquellos tiempos y lo revives con nuevos matices.
UN abrazo

Anónimo dijo...

Caramba Alberto,parece que tambien algunas veces la imaginación se va de vacaciones y es que la loca de la casa como decia Teresa de Jesús,trabaja tanto que tambien exige vacaciones,momentos de relax y hasta bono vacacional,,verás que llega de vacaciones y nuevamente se encargará de divagar y soñar como tu dices.
En verdad son señales de hoy,son los cambios pero es necesario ir al ritmo,no te angusties.
Un abrazo
Nelly Guerrero

Anónimo dijo...

Alberto: creo que lo que transmites en este texto, es algo natural y normal. La vida diaria cambia de alguna manera en los tiempos de vacaciones. Me parece bueno que tu propia mente decida estar quita, a veces se necesita y no nos damos cuenta.
Nostalgia por otros tiempos... describes ciertamente cosas que se añoran. La vida moderna es positiva, pero se sacrifican tantas cosas que ya no vuelven a ser iguales. Tienes tanta razón que he reflexionado mucho con esto, y mira que tu mente parece que no tenía muchas ganas de decirnos nada y nos has puesto a pensar en ello.
Un abrazo.
Tere.