sábado, 8 de septiembre de 2007

Emociones y recuerdos sensoriales




Emociones sensoriales agolpadas de pronto en mi cabeza, quieren salir y ser plasmadas por escrito, como garantizando una permanencia, para no ser archivadas en el olvido.

Y entonces les digo: " salgan ", y comienzan los colores a tomar el primer sitio. Rojo sangre, azul cielo, amarillo canario, verde oliva, café chocolate, blanco leche. Surgen en mi mente y se unen formando un arco iris, pero dejan de ser simples tonalidades y les adjunto un calificativo. Cada persona les pondrá el suyo, cada quien mirará con sus propios ojos y tal vez el verde no sea oliva, sino verde limón.

Olores que se quedan grabados en la memoria. Aromas a maderas, flores frescas, perejil, eucalipto, tabaco o pan recién horneado. Basta volver a estar en contacto con ellos, para que las emociones que en sus momentos hicieron posible ese archivo mental, surjan en una sensación comenzando en la punta de la nariz y terminando en recorrido hasta el corazón.

Y piden ahora turno los sabores. Se conjugan queriendo formar una nueva receta. Dulce, salado y amargo, como la vida misma. Cuestión de saber combinar especias. Fresa, tomate, albahaca y pimienta. Caramelos, café turco y zumo de naranja. Secretos de almas sensibles que transmiten sentimientos con elementos que pueden llevarse también muy guardados en la memoria.

Interrumpe mi viaje sensorial el silbato del tren, y dando paso a éste, se abren camino los demás. Armoniosos, al mismo tiempo, salen nuevamente de mi memoria. Cantos de aves, melodía que nos recuerda el primer amor, voces de la infancia, olas acariciando la playa y agua cayendo sobre rocas en cascada.

Entonces toco con ambas manos mi cara, me alegro de sentirme viva y que lleve este bagaje de emociones sensoriales a cuestas. Tocar, es el último de los sentidos y este día tocaré con mis dedos a todo aquello que quiero, necesito hacer hoy un nuevo apartado mental.

¿ El último de los sentidos dije ?. No, las mujeres tenemos un sexto sentido más. Pero claro, ¡ eso es otra historia !.

Tere García Ahued

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Dejar de pensar tanto, para poder sentir más. Y no sólo las mujeres, sino que espero que cada vez ás hombres se animen a transitar el camino del sentir, a quitarse el ropaje estructurado que los ata a la obsolecencia de la vida. Es mi modo de sentir.
Abrazos a la autora, a hombres y mujeres de todo el mundo, desde Buenos Aires, Argentina

juan dijo...

no hay nada como alejarse de todo para volver con mas fuerza, es como una liga que estiramos a lo maximo y al soltarla regresa a donde estaba , asi es la realidad, pero es bueno estar ahi un fuerte abrazo y un beso juan

almarabesca dijo...

Que bella reflexión Tere!

Estos aromas,colores,sabores,texturas y sonidos son los preciosos ingredientes que crean vínculos a las vivencias archivadas en nuestra memoria, guardadas a veces secretamente y sin que nos demos cuenta.

Es increíble como escuchando las notas de una melodía, por ejemplo, ésta es capaz de hurgar en los recuerdos a velocidad supersónica y
transportarnos a lugares sin tiempo, porque ya lo dijo alguien: "recordar no es vivir, sino volver a vivir" todo ese cúmulo de sentimientos y emociones
de nuestras vivencias diarias eternamente enlazadas a los aromas, colores, sabores, sonidos y texturas.

Abrazos mexicanos mi querida amiga.

Tere García Ahued. dijo...

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