Es una hoz muy pequeña, pero todo cabe en ella. Caben los malos pensamientos y las mentiras, caben los intentos de suicidio y las violencias de todo tipo, caben las patrañas y falsas promesas y caben también el no saber reconocer los errores y pedir perdón. En una hoz cabe de todo, caben también cosas buenas que algunos quieren cortar, pero lo que mas cabe son las injusticias y las guerras. Cabe de una manera especial las causas que han producido la crisis económica que asola a nuestro mundo. La hoz es para segar, para cortar, para arrancar. Cabe, pues, todas esas cosas para que sean cortadas y arrancadas. Pero ¿quién empuña la hoz? Es cosa de todos, cada uno desde su sitio sabiéndola utilizar, y también sabiendo quitarla de la mano a aquellos que la usan mal y cortan lo mucho o poco de bueno que hay a nuestro lado. Así que bendita hoz o maldita hoz. Se inventó para segar el trigo, para separar la hierba buena de la mala. Sigamos con los propósitos del invento.
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1 comentario:
Hola Alberto, has escrito muy bien el doble sentido de esta herramienta. Me gusta mucho lo que invitas a reflexionar con ello.
Un abrazo.
Tere García A.
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